Cap 50

570 34 3
                                    

Narra Aidan

Ver a Leila ahí parada, y el ver como me miraba solo hacia qué me incomodara.
Pero me sentí peor al ver como estaba aun más incómoda t/n, lo peor de todo es que me siento mal por no haberle dicho desde antes lo que estaba pasando, ¿lo peor? Que no se lo he dicho aún.

-qué hace ella aquí?- me pregunta t/n casi en un susurro

-esta aquí por unas cosas, mejor vamos por el carro- tomo su mano y salimos del aeropuerto.

Nos dirigimos hacia la agencia de autos para rentar un carro, ya que hoy regresamos la camioneta.
Rentamos otro auto, nos subimos en el y nos dirigimos hacia el parque.

-Aidan- me llama t/n con un tono de advertencia recordándome que tenemos una conversación pendiente

—te lo diré llegando a casa, no quiero que las niñas estén  presentes— es lo único  que digo dándome a entender que esto es algo serio

—bien—mira hacia la ventana, puedo darme cuenta que esta molesta, porque sabe que este tema ya lleva días y no se lo había contando.

Una vez que llegamos a casa las niñas se bajaron corriendo y entraron a la casa, mientras tanto t/n daba pasos lentos detrás de mi.
Por mi parte estaba muy nervioso no sabia si se iba a enojar (aun que era la mas obvio).

—hablaremos en la habitación, si tan serio es esto, así las niñas no escucharan— me dice y ella se dirige a  las escaleras, yo suelto un suspiro pesado

Me  dirijo escaleras arriba, una vez estando frente a la puerta de nuestra habitación me preparo mentalmente para nuestra primera pelea, que claramente pude evitar, si se lo hubiera dicho desde un principio.

—ya entra se que estas afuera— escucho que grita desde el interior de la habitación.

Suspiro pesadamente y entro a la habitación, lo primero que veo es a ella sentada en una esquina de la cama, que da dirección al balcón que por cierto estaba abierto y entraba el aire.

—¿por que esta ella aquí en México?— soltó una vez que yo había cerrado la  puerta— ¿acaso ella y tu arreglaron las cosas y decidieron regresar por el bien de las niñas?— esa pregunta me sorprendió, ella se giro ya que me daba la espalda y pude ver que unas lágrimas salían de sus hermosos ojos— contesta no te quedes callado, tu silencio me angustia y hace que sola me  responda— estaba a nada de romperse y llorar enfrente de mi, no tengo nada en contra de que llore, pero yo soy el causante de sus  lágrimas y eso lastima.

—¿que?, no para  nada, Leila esta aquí por otra cosa— me acerco a pasos lentos, espero a ver si me prohíbe seguir  caminando, pero una vez que no lo hace me siento a sus lado y la abrazo por los hombros

—y que es esa “cosa”

—bueno...— rasco la parte trasera de mi nuca con nerviosismos, t/n detiene mi mano y me mira con sus ojos cristalizados

—no te pongas nervioso, sea lo que sea te apoyare, de eso se tratan las relaciones ¿no?— me da una débil sonrisa, eso me "animo" a decirle lo que pasa

—okay—suspiro y ella asiente para que siga— el jueves recuerdas que estaba raro— ella asiente débilmente, esto también la agota emocionalmente— mi padre me llamo diciendo que había llegado un correo a la casa, era una demanda de custodia

✨La niñera ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora