Fronteras

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Le tendieron una trampa,
Fortificaron sus muros,
Pensaron en dispararle
Y hasta se inventaron conjuros.

Pero el enemigo es silencioso,
Cava, corta, se desvanece,
Queda flotando, surca los cielos.
Y cuando conviene, se aparece,

Cierra tus murallas y fronteras,
Aíslate y mantente siempre alerta,
Pero siempre encontrará un descuidado
En el que tenga las puertas abiertas.

Y te alcanzarán sus planes,
Sabes que no puedes huir por siempre.
Aunque te escondas, te encuentra,
Y si lo hace, te dará de su fiebre.

Así, sepáralos a todos y verás
Cómo su ansiedad es más sensible,
Las restricciones no importarán,
Reunión a escondidas, es simple.

No podrás controlarlos a todos,
Nunca falta el insensato rebelde
Que sigue su vida sin temores,
Y como ellos piden, todos deben.

Él no tiene conciencia,
Ni arma ni mucha ciencia.
Hay quien duda que esté vivo,
Y hay quien duda de su existencia.

Entre tanta inconsistencia,
Una razón es certera:
Como afirma la sapiencia,
Es inalcanzable su ausencia.

Su herida es muy irritante,
Su peligro es constante,
Mejor es que tus aliados
No bajen la guardia al instante.

Porque ataca al de carro elegante
Y también al de cuna pobre.
Hoy no sigan adelante,
Peligra el dueño como el ayudante.

La clave de nuestra victoria
Está en abrir nuestras mentes,
Pensar fuera de materia,
Aceptar rumbos diferentes.

Dejar atrás nuestros problemas,
Y colaborar como mundo.
Porque aunque tuvimos pleito,
Ninguno fue más iracundo.

Vayan cavando su tumba,
Pensando en sus epitafios,
La mayor tragedia del hombre
Vendrá desde sus hermanos.

Porque el que no ande en acuerdo,
Traerá la desgracia al rebaño.
Apoyan que se libre guerra
Siempre que no sea en su patio.

Al hombre le encanta el conflicto,
Si todo está en paz, lo provoca,
Ve miles de vidas cediendo
Y luego celebra victoria.

Al hombre le encanta lo oscuro,
Morboso por naturaleza,
Finge asustarse en las sombras
Y allí es donde espera a la presa.

Al hombre le encanta el domingo,
La vida ligera y de ocio,
De no existir para ser útil
Y de no padecer insomnio.

Al hombre le encanta mentir,
Por eso aguantamos ladrones,
Los humanizamos un poco,
Roben bancos o naciones.

Al hombre le encanta el dinero,
Por eso te juzga el salario,
La casa, los zapatos altos,
La oficina y el calendario.

Al hombre le encanta la vida
Que es divertida y ruidosa,
Por eso no piensa dos veces
Pasar madrugadas viciosas.

Al hombre le gusta la muerte,
Porque supone un gran reto,
Y para retarla se enreda
En complejos argumentos.

Pero sus propias aficiones
Lo orillan a obviar el futuro.

Si quieres tener soluciones,
No cierres tus muros ni oídos,
Une fuerzas a lo grande
Y escucha a los malheridos.

Porque generar grandes planes
No ocupa una sola cabeza,
Sino de varias que comparten
Y complementan sus flaquezas.

La clave está en ser amigos
En abandonar el suelo,
Dejemos lo primitivo,
Vivamos en consejo mutuo.

Tendámosle buena trampa,
Los vínculos fortifiquemos,
Con escudo nos protejamos,
Con amistad funcionemos.

Nad-ari noeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora