La generación despierta

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Han nacido entre cobijas
De amargura, de terror,
Han llevado la penuria
De crecer en cruel nación.

Ellos vivieron la pena
La violencia y el dolor,
Escucha la historia de su vida
Antes de criticar su voz.

El azul del infinito
Cielo y del salvaje mar,
A ellos les inspira fuerza,
Les llama a dar libertad.

Agacharon la cabeza
Porque no había otros medios,
Pero después aprendieron
Nada resuelve el silencio.

Les tocó aprender de verso
Las ideas de los traidores
Y vivir en carne propia
Las crisis de sus errores.

Prometieron las estrellas
Y sus padres fe tuvieron,
Lo que después vino, cambios
Más desgracias les trajeron.

Desconfían de los más doctos,
Buscan lo que fue ignorado,
Vienen a cambiar el mundo,
Que lo harán es su recado.

Somos la generación despierta,
No la que se ha dado cuenta
Sino la que nació alerta.
Somos la generación sin odio,
La que supo valorar el podio
Y construir un mundo propio.

¿Que aún nada hemos hecho?
El reinado apenas comienza,
Debemos trocar el destino
Para hacerlo a nuestra ciencia.

Hemos tocado lo oculto,
Nos importa quién es y no qué sabe
Establecemos orden
Aunque el desorden sea la clave.

Hemos cambiado las reglas
Tenemos nuevos intereses,
Riesgos, consideraciones,
Ideologías y arneses.

Cuando nos toque el momento
De subir a demostrarlo,
Que estamos listos para obrar
Dejaremos muy en claro.

Verán nuestras ideas
Andando en movimiento,
Porque un mundo tan veloz
No merece una población estática.

Con fuerza avanzando
Sobre grava o pavimento,
Volviéndonos expertos
Para ponerlo en práctica.

Somos la generación despierta,
No la que ha abierto los ojos
Sino la que nació alerta.
Somos la generación sin odio,
La que supo perdonar las anteriores
Y construir un mundo propio.

No somos débiles
Por escuchar nuestros sentimientos.

No somos ilusos
Por dedicar tiempo a lo que queremos.

No somos traidores
Por abandonar las viejas cosas.

No somos cobardes
Por pedir ayuda a las señales.

No somos ingenuos
Por esperar la mayor bondad del hombre.

No somos inútiles
Por pensar la acción, planear en grande.

No somos absurdos
Por escuchar con la mente aclarada.

No somos comunes
Por querer hacerlo bien, vamos en serio.

Nos educasteis para rebelarnos,
Nos maltratasteis para resistir,
Nos insultasteis y crecimos muy alto,
Porque nos enseñasteis a siempre reír.

Os bloqueasteis para ayudarnos a abrirnos,
Os callasteis para dejarnos el honor,
Sois el impulso que sostiene nuestros pasos,
Sois el origen de nuestra ira y afición.

Por eso no hay vuelta atrás,
Nos preparasteis para ganar,
No podemos darnos la vuelta,
Debemos hoy, justo ahora, actuar.

Reinventaremos lo "normal"
Lo aceptable y la moral,
Porque este mundo es muy anticuado
Para hacerlo nuestro hogar.

Ellos, la generación de la esperanza,
Los que tienen por deber la salvación,
La condena heredada por tradición.
Y aunque no es su culpa, cumplen con templanza,
Porque tienen por veraz la afirmación:
"No por mucho destruir, el hombre avanza".

Nad-ari noeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora