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Me encuentro en el departamento que comparto con Jimin, en Seúl, con el computador encendido sobre la mesa que es la islita de la cocina, la cocina es la única habitación que tiene la luz encendida, no necesito prender las demás, no estaba de buen humor para hacerlo, me había perdido prácticamente toda la carrera de Jimin, aunque claro él no estaba enterado de nada, y esperaba que fuera así, necesitaba hablar seriamente con él, mire la hora en la pantalla, no faltaba mucho para que Jimin comenzase a llamarme por Skype.

Y así fue, en menos de un parpadeo, una notificación se hizo escuchar, vi la pantalla y la aplicación que se abría indicándome que estaba entrando una videollamada de mi novio, espere un par de segundos antes de aceptarla, agrande la pantalla para que así tuviera una vista mucho más amplia de él, y entonces el hermoso azul turquesa de sus ojos fue lo que llamo primero mi atención, Jimin tenía el cabello algo revuelto, llegaba inclusive a cubrir parte de su frente, me dedico una sonrisa en cuanto supo que lo miraba.

—¿Cómo está el omega más lindo del universo? —casi siempre me saludaba de ese modo, o decía algo lindo después de un buen 'hola' sonreí levemente mientras me dedicaba a mirarlo—. Disculpa por la hora, amor.

—No te preocupes —dije en voz baja, pero al verlo asentir supe que me había escuchado—, tuviste una buena carrera por lo que vi.

—¡Sí! —exclamo feliz, me mostro su perfecta hilera de dientes en una sonrisa sumamente radiante—. Pero no hablemos de eso —lo vi acomodarse mejor, no llevaba su vestimenta de carrera, de hecho, llevaba una playera negra puesta, una que se ajustaba perfecto a su cuerpo—, no sabes cuanto te he extrañado —suelta un resoplido y lleva su mano derecha a sus cabellos haciéndolos hacia atrás—, ha sido una semana complicada.

—Sí, muy complicada —dije y solté un suspiro—, Jimin...

No pude hablar porque él me interrumpió.

—¡Oh! —dijo haciendo que lo mirase—. Lo estaba olvidando —miré como empezaba a buscar en lo que supuse era la mesa en donde se encontraba su respectiva computadora portátil—, ¿recuerdas que me dijiste lo mucho que te gustaban esos collares que tenían un diente de tiburón?

—Sí, pero...

Y antes de que volviera a decir algo, vi como Jimin sonreía mientras me mostraba uno de esos collares, era de tela con algunas pequeñas cuentas de madera de colores, y justo el principal objeto que colgaba allí era un diente de tiburón, uno casi totalmente blanco, no era tan grande y eso era un alivio.

—Mira —dijo Jimin mientras seguía sonriendo y me lo mostraba—, es hecho a mano, no dude en comprarlo cuando recordé lo mucho que querías encontrar uno, dicen que el diente es autentico, y yo pienso que sí.

—Jimin...

—También tome algunas fotografías de algunas cosas que sé que te gustarán, para tu colección —soltó un suspiro—, me hubiera gustado que hubieses aceptado venir conmigo a este viaje.

Maldición, aprete mis labios, siempre era lo mismo, en estos dos años apenas y había logrado ir a una de sus competencias, y eso sólo porque en verdad me lo pidió demasiado, a las demás jamás fui, y no era porque Jimin no me invitará a pasar el rato con él, de hecho, siempre me invitaba, inclusive me dejaba mi boleto junto a mi pasaporte de cada una de sus competencias, me decía que si cambiaba de opinión me estaría esperando allí, pero jamás me atreví a tomar ese boleto e ir hacia el avión.

—Jimin —él me miro de nuevo a los ojos.

—¿Sí, amor? —mordí mi lengua con fuerza en el interior de mi boca.

—Necesito hablar de algo contigo.

Mi alfa me regalo un asentimiento mientras se acomodaba mejor en su sitio y miraba de nuevo hacia el frente, sus hermosos ojos azules brillaban ante la pantalla, sé que me observa, sé que esta esperando lo que tengo que decir, pero ahora que lo veo, no sé porque me siento algo arrepentido de lo que estoy a punto de decirle.

Dangerous Love  ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora