【 Cᴏʟᴇᴄᴄɪᴏ́ɴ Tᴀᴇʀᴏsᴇ Oɴᴇsʜᴏᴛ】↺ [Esᴘᴀɴ̃ᴏʟ]

10. Hades y Perséfone (1)

{ Mitología griega AU, romántico }

Eres tan hipnotizante

¿Podrías ser el diablo?

¿Podrías ser un ángel?

Taehyung gimió de frustración cuando el suelo sobre su cabeza retumbó y tembló. Tres días. Este desagradable sonido había estado atormentando su reino subterráneo y todo lo que había dentro de él durante tres días completos.

Sabía lo que esto significaba. Su hermano, Namjoon, señor de los cielos, había vuelto a cabrear a uno de los prisioneros más repugnantes de su reino. Basado en el calor que emite el suelo y la dirección de donde viene, Taehyung solo podía asumir que era el monstruo que escupe fuego llamado Hyunsuk. Había desatado una serie de erupciones volcánicas en las tierras que efectivamente habían perturbado a todos. Incluso algunos de los residentes más pacíficos del inframundo habían amenazado con trepar a la tierra y perseguir al monstruo hasta que muriera de terror y se uniera a ellos allí.

Mirando hacia arriba consternado, Taehyung casi podía ver una pequeña fractura debajo de las capas de tierra y hierba. Si estos terremotos no se detenían pronto, su mundo de oscuridad podría infiltrarse con luz en cuestión de días. El suelo podría romperse y los dos mundos de los vivos y los muertos convergerían.

Casi se rió al pensarlo. ¿El inframundo bañado por la luz del sol? Qué idea más absurda. El único lugar brillante en su reino era la región reservada solo para los héroes más valientes: Elysium. También resultó ser la región que Taehyung trató de evitar a toda costa. Demasiado brillo y risa le produjeron migraña.

El único rayo de luz permitido en el resto de los túneles subterráneos que formaban las tierras de Taehyung era el fuego. Encender antorchas, calentar charcos de lava o parpadear sobre una vela. Eso era todo lo que necesitaban los ocupantes normales del inframundo. Y fue todo lo que pudieron tolerar.

Cuando otro crujido estremecedor retumbó sobre la cabeza de Taehyung, finalmente lo perdió.

—¿Qué diablos está pasando ahí arriba? — le preguntó a nadie en particular, saltando de su trono de obsidiana con tanta fuerza que el suelo debajo de él también comenzó a temblar.

Sus tres secuaces de confianza, Bogum, Seojoon y Woosik, se reunieron a su alrededor en un abrir y cerrar de ojos. A su entera disposición. Listo para servir.

—¿Enviamos un mensaje a los reinos mortales, su majestad? — Preguntó Bogum.

Taehyung agarró su capa de ónix, el parpadeo de una antorcha cercana enfatizaba los destellos plateados en la tela con cada movimiento sutil. Luego, caminó hacia la salida de su castillo. Woosik le abrió la puerta de inmediato. — No, eso tomará demasiado tiempo. Lo haré yo mismo

Tan pronto como sus pies tocaron el suelo negro como boca de lobo fuera de su palacio, ya había comenzado a teletransportarse al otro reino. En cuestión de minutos, llegó al palacio de Namjoon.

Entrecerró los ojos ante la pura luz del sol que bañaba la casa de su hermano, esa migraña familiar que ya comenzaba a formarse en la base de su cráneo. El cielo azul y los mechones de nubes esponjosas solo se sumaron a la atmósfera brillante en general.

Dios santo, odiaba estar allí.

Sin tener suficiente paciencia para atravesar la seguridad de la puerta principal y miles de guardias, Taehyung comenzó a teletransportarse directamente al dormitorio de Namjoon.

Desafortunadamente, entró en el momento más inapropiado, atrapando a Namjoon y su esposa, Jisoo, en medio de un acto muy indecente.

Mortificado, Taehyung se aclaró la garganta en voz alta y desvió la mirada.