IX.

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En su mano derecha, sostenía un pastel de manzana que había comprado en una pastelería, y en su mano izquierda una bolsa plástica de una tienda de abarrotes cargada con ingredientes para cocinar.

Los pasos de Taehyung eran más lentos de lo usual a lo largo de este camino con el que ahora estaba muy familiarizado, abrumado como estaba con dudas y temor. No había caminado así de lento hacía algún lugar desde la mañana en que había huido de casa después de una pelea con sus padres.

Supongo que esto es como huir de casa también.

Taehyung había regresado a su completamente vacío apartamento esa noche. Mientras había estado un poco preocupado por Sorata, difícilmente habría tenido el valor para sólo aparentar que nada había pasado después de reaccionar así ante Jungkook. Y de cualquier manera, Sorata estaba mejor siendo cuidado por Hiyori que por Taehyung en su estado dificil. El gato estaba muy en sintonía con las emociones de los humanos y no se acercaría a Taehyung cuando no estaba de humor.

Él suponía que a los gatos no les gustaban los ambientes tensos más que a los humanos. El se refugio un día entero en su apartamento sin tratar de hacer contacto alguno, y por supuesto, no hubo ningún contacto por parte de Jungkook tampoco. Taehyung estaba molesto consigo mismo por inútilmente esperar en una esquina de su corazón que recibiría una llamada telefónica, cuando él había sido el que había perdido los estribos y siguió hablando de nunca querer ver a Jungkook de nuevo.

Desde que Jungkook le había dado la espalda, Taehyung había sido plagado con sentimientos de arrepentimiento. No había sido más que un simple arrebato de ira injustificada.

Si el hubiera estado en el lugar de Jungkook, él nunca hubiera salido de su camino para darle a alguien ese tipo de asesoramiento. Era difícil en su lugar involucrarse en las vidas amorosas de otra gente. Y en el mejor de los casos no era nada más que una perdida de tiempo. Él lo supo bastante bien, también, que Jungkook generalmente se evita estos esfuerzos molestos.

Pero, para él perseguir a Taehyung y mostrar todo lo que Taehyung quería cubrir... había hecho claramente todo sólo por el bien de Tae. Todavía no podía entender porqué este hombre iba a tales extremos para ocuparse de él, pero el entendía que Jungkook no había puesto nada menos que todo su estuerzo en ello.

Había sido arrastrado a la fuerza al territorio de Jungkook y tenía su ritmo completamente destrozado, pero en verdad... no había habido ni una vez en que no le gustara. La razón por la que Taehyung había sido capaz de poder atravesar estas últimas semanas, sin hundirse en la negra depresión y esconderse lejos cuando estuviera solo era gracias a Jungkook.

De pie ante las puertas de entrada, respiro hondo. Tal vez ya no tenía paciencia para Taehyung ahora; tal vez nunca sería capaz de conseguir el perdón por lo absolutamente ingrato que había sido por lo que Jungkook había hecho por él. A pesar de todo, disculparse apropiadamente era lo menos que podía hacer. Más si, dificilmente podía dejar a Sorata con ellos para siempre, y quería al menos agradecerle a Hiyori por su parte.

No sé cuando darme por vencido, ¿verdad?

Pero por supuesto, la principal razón por la que había venido aquí era porque quería ver a Jungkook. Todo el día anterior, su cabeza había estado llena con pensamientos de él. ¿Por qué le dije eso? Por primera vez, se encontró lamentando sus palabras y acciones y odiando su incapacidad de ser honesto con otros.

Extrañamente no había pensado en Namjoon ni una vez. Tal vez finalmente había sido capaz de restaurar sus sentimientos a un aparente orden después de hablar dos días atrás. Mientras sus sentimientos de amar a ese hombre habían
difícilmente desaparecido, podía firmemente admitir que ellos habían vivido en él como una parte de su pasado.

El caso de Kim Taehyung. 🍁 KookV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora