— Entonces, ¿si iremos?. –preguntó mientras aguantaba una pequeña sonrisa.
— Sí Jungwon-ie, al final no saldré con ellos. –sonidos de satisfacción de escucharon desde la otra linea.
— Eso es genial, podremos ver el estreno juntos y divertirnos como antes. –respondió emocionado.
— Yo igual me siento feliz de poder retomar esos tiempos.
Mentira. ¿Desde cuando Heeseung se volvió un gran mentiroso? El sentirse emocionado, la salida cancelada con sus padres, querer ver esa película. Todo era totalmente una mentira.
Sus ánimos habían caído sorprendentemente cuando el pelirosa dijo esas palabras.
« "Lo siento, prometí verlo con Riki.." »
¿Por qué motivo le fastidiaba? Son tan solo amigos que apenas y se conocen. Lo peor fue que gracias a ese fastidio el resto de la tarde que quedaba lo trató de forma brusca e indiferente, lo hizo sentir mal.
Sunoo por otra parte, sentía que debió haber aceptado su propuesta y rechazar a quien fue el primero en invitarlo. La gran incomodidad y culpa lo persiguió desde que rechazó aquella propuesta, y todavía no quería irse luego de incluso haberlo aclarado al final del día.
Decidió no volver a pensar en eso, porque si hubiera aceptado el resto de la tarde no sería tan pesada.
Pero no existe el "si hubiera...".
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Es domingo en la mañana; no tenía trabajos, no tenía que ser el tutor de alguien, sus padres aún estaban dormidos por la gran jornada de trabajo un día antes.
Pero no, Heeseung prefirió salir y pasear por las calles. La peor elección en estos momentos.
— ¡Heeseung-ah! –se escuchó.
— P-Profesor Choi, que sorpresa. –a penas pudo decir por nervios a flote que tenía ante su presencia. Porque sí, aún sentía 'algo' por él aunque lo más probable sea timidez por ser su mayor.
Un guapo e inocente mayor.
— Cierto, la última vez que nos vimos te fuiste de imprevisto. ¿Había pasado algo malo?. –consultó mientras cogía levemente su mano–. Sabes que puedes confiar en mi y que siempre te voy a ayudar ¿no?.
Empezó a acariciar esta mano levemente mientras mostraba una expresión preocupada. Era algo normal que un profesor cuidara y tratara de ayudar a un alumno, sobretodo si a este lo consideraba alguien importante.
— No hubo ningún problema, simplemente recordé que el director me había mandado a llamar. Gracias por su preocupación. –alejó su mano e hizo una leve reverencia.
— No tienes que agradecer, realmente te volviste alguien importante para mi. Eres como un hermano menor que nunca pude tener, y que deseo proteger. –alborotó sus cabellos negros sonriente.
