Recuerda

Viviendo Entre Sueños

No, más bien sobreviviendo a ellos.

Si le hubieran dicho que su trabajo como asistente en el despacho del comisionado sería ser constantemente regañado, rechazado o ignorado por el mismísimo sabueso Patrick, se habría pensado evitar la experiencia.

Suspiró por onceava vez en el día, tenía su cabeza recargada contra su mano izquierda mientras veía con ojos muertos el nivel de expedientes en su pequeño escritorio.

Eran casos simples, denuncias por asalto, vandalismo, peleas en el distrito medusa, confrontaciones con la ley, nada que realmente fuera emocionante pero, era de esperarse, su jefe directo el comisionado Taylor, un hombre mayor y canoso con rostro apacible mostraba la característica más fuerte que tenía, resiliencia. Apoyó la noción de que él terminará haciendo papeleo tras papeleo gracias a las circunstancias del momento.

Los años dentro de ambos departamentos, tanto el policial como el enfocado sólo en desapariciones eran totalmente caóticos, puesto que las diversas reformas del gobierno habían cambiado mucho la forma de trabajo en ambos departamentos, había una lucha interna por quitar al comisionado Taylor y separar los departamentos logrando así la independización de ambos, la idea era tener dos comisionados uno para cada puesto, que ambos fueran de generaciones jóvenes pero, tal idea seguía siendo rechazada por el gobernador quien seguía defendiendo a capa y espada a su gran viejo amigo David Taylor.

Adam no tenía opinión al respecto, su casi nula experiencia en el campo no le permitía comprender a fondo todo el problema de departamentos, solo era testigo de la gran falta de comunicación entre agentes, sin mencionar todo el papeleo y trabajo extra que había todos los días.

Desde el comienzo se le había informado que sería parte del equipo de Patrick pero, tal parece él no estaba de acuerdo con eso, su primer día fue decepcionante, aún recordaba con molestia el rechazo que recibió de su parte.

"Se encontraba de pie en medio de las oficinas, veía como las personas iban y venían, trató de hablar con una de las secretarías pero, fue completamente ignorado, no sabía a quién buscar ni con quien presentarse, empezaba a sudar de las manos y su nerviosismo aumentó cuando reconoció al detective Patrick quien se hallaba a unos metros de él regañando a uno de los agentes, pudo ver su apuesto rostro, aquel del que tanto se hablaba en redes pero, también pudo reconocer los años de experiencia en sus ligeras arrugas y ceño fruncido, su cabello rubio cenizo con ciertas canas, desarreglado y nada peinado, lo hizo sonrojar un poco, realmente era muy atractivo, mientras se encontraba viéndolo a detalle, él detective sintió la mirada acosadora y giró su rostro para encararlo.

Adam tembló en su lugar, Patrick lo miró como se mira a un insecto asqueroso, se mantuvo segundos sosteniendole la mirada, pudo notar ese fuego extraño en sus ojos, ahí fue cuando reconoció una de las razones por las que los criminales lo apodaban perro rabioso.

Adam se negaba a bajar la mirada pero, no se equivoquen como Patrick quien creyó era una falta de respeto, nuestro joven aspirante a detective se encontraba curioso ante la interacción tan intensa y gracias a ser la primera vez que lo veía en persona, desconocía el verdadero problema que era el temperamento del hombre.

El duelo de miradas se vio opacado por el cuerpo del comisionado quien testigo del momento se apresuró a terminarlo.

-Mira que tenemos aquí, es el estudiante estrella de la academia, Adam ¿Verdad? - preguntó con una sonrisa amable mientras estrechaba su mano - es un placer tenerte aquí en nuestro campo de trabajo y... - se vio interrumpido por Patrick quien se hallaba parado junto a él.

-Taylor debemos hablar. - ordenó ignorando olímpicamente a Adam quien se encontraba nervioso aún con la mano del comisionado estrechando la suya.