𝑳𝒐𝒗𝒆𝒍𝒚 𝒍𝒂𝒅𝒚 ━━━𝑀𝑖𝑐𝑟𝑜 𝑇𝑑ℎ

3. Hormonas.

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...

Mi Madre y yo llevamos casi un mes viviendo en Mérida. Las cosas han ido bien, Thonie y ella se han vuelto más unidas, al igual que Fernando, Virginia y yo. Ha consecuencia, he conocido a más gente, como a Bengali, Daryen, Thony, y más personas, que también hacen rap, es más, Micro está en una casa musical, que se llama "The dog house" y hay gente súper pana, y las canciones que hacen son bestiales, sin quererlo me volví fan de cada uno.

De paso, Virginia me ha llevado a recorrer todo este lugar y la aceptación que he tenido por cada una de las personas de aquí ha sido notoria. Es como si nunca me hubiese ido de casa, o mejor dicho, hubiese regresado a ella.

Volviendo al ahora, mi madre  se encuentra abajo hablando desde hace horas con Thonie, es que parece que no se despegan nunca.

—¡Michelle! ¡Ven para acá! —Y como si la hubiese invocado.

Dejé el teléfono en la cama y bajé los escalones dando saltitos.

—Mande —Noté la presencia de cierto niño acompañando a las señoras en su conversa —Holis —Thonie me sonrió mientras que Fernando hizo una mueca más como de tragedia.

—Sabes que me di cuenta... —Entrecerró sus ojos recordando lo que iba a decirme —Que no hemos comprado más pan, chama, que pecadito. Ve a comprar ahí ¿Sí va?

Hice un gesto de ladilla con mis labios haciendo que Fer lo notase e intentara aguantar la risa.

—Hablando de eso —Thonie hizo como si recordó algo recién —Ve para donde Douglas y dile que ya le pagué —Se dirigió a su hijo y este enseguida colocó una mueca, como yo hace unos segundos.

—Ay pero mamá.

—Anda, papi, anda, mira que Douglas es una ladillita con ese tema y no le he podido avisar por el tema del teléfono.

Thonie parece ser un amor con sus hijos, aunque no conozco bien al hermano de Fernando, se nota que constantemente resiven amor de su madre.

Fernando y yo nos apróximamos a la puerta luego de que mi madre me diera la tarjeta, los dos portando cara de nalgas. Él más que yo.

Le heché una mirada enseguida pisamos la calle.

—A veces odio tu mal genio —Solté sin más, recordando las pocas veces que lo he visto sonreir en estas semanas.

—¿Te pregunté? A demás chica, yo te odio a tí y me la calo.

Lo empujé  con un poquito de arrechera incluida, haciendo que se desvalanciara.

—¿Te pica el hueco 'er culo, Michelle?

—Ya Fernando, sonrie, quita esa cara de bulldog, me da arrechera.

—Hoy será tu día de mala suerte porque, casualmente, hoy no me importa como te sientas.

—Nojombre Fernando —giré los ojos, es todo un caso hablar con este ser.

Llegamos a la panadería en la que justamente se encuentra Douglas, así que se puede decir que matamos dos pajaros de un tiro. Claro que luego de matarlos seguimos nuestro camino a la casa, porque, yo por lo menos, no tengo más nada que hacer en la calle.

—¿Has sabido algo de Virginia? No la he visto más en línea ¿Sigue mejor?

A mi niña le dió uma vaina por estár jugando volley, no sé decir que fue porque desconozco un poco bastante del tema, pero algo le dió y ahora está de reposo mejorandose.