𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝑇𝑅𝐸𝐼𝑁𝑇𝐴

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(02 de Julio) Domingo.

Ya era de día, y la lluvia habia cesado. Ha llovido toda la noche, ahora todo el clima se veia y sentia húmedo. Ciertamente nunca penso que acabaria así. ¿Por qué? ¿Qué es lo que paso? Tan solo estaban alrededor de un panorama tranquilo y relajante. ¿Qué lo volvio tan romántico o apasionante? No tiene idea ni pensamientos para eso.

Tenia el codo apoyado en la cama, la mano hecha un puño y en ella se apoyaba su mejilla. Es temprano, las cinco de la mañana por asi decirlo. Miraba a detalle como el menor dormia tan tranquilo, entreabria la boca, liberando pequeños suspiros. Tan solo eso basta para venirle muchos recuerdos de anoche. No habian bebido ni una gota de alcohol, tampoco estaban en período de celo. ¿Entonces? ¿Solo se dejaron llevar por el momento? Seguro, es la única respuesta que tiene.

Inconscientemente esbozó una sonrisa. Se agacho para depositar un beso en la frente del menor. Este tenia un sueño pesado. Se levanto de la cama, pensaba darse una ducha y luego preparar el desayuno. Seguramente Hidan estaria agotado.

Extrañamente se hallaba de buen humor. Ni veinte llamadas perdidas de su padre podia arruinarlo. Fue directo al baño, que suerte que haya agua caliente. Recogió su ropa tirada en el suelo. Miro atravez de la ventana, el cielo estaba casi como ayer por la tarde. Quizás a Hidan le guste la ensalada, un zumo de naranja y un sándwich. Vale.

Al terminar de preparar todo, y dejarlo en la mesita de noche en la habitación del menor. Observo su reloj, las siete con tres minutos. Solto un suspiro, revolviendo su pelo. Tenia que irse a casa, claro, como Hidan se lo habia dicho anoche. Entonces fue como decidio quedarse a su lado. [¿Debi comprarle algún medicamento? Según la maestra es opcional] Acaricio el cabello del peli-plata, este se removio un poco para estar cómodo. [Me gustaria que despertaras para dedicarte un buenos dias] rodo los ojos, y volvio la mirada al reloj, ya debia irse. Tomo sus cosas y salio por la puerta hasta descender por las escaleras, puesto que el ascensor estaba fuera de servicio.

...

Que increible es que tus padres se hayan ido desde muy temprano, hayan dejado el desayuno listo, no te despertaran y quedes a cargo en un dia feriado. La más increible sensación, aún no se decidio a levantarse. Lo más acertado para hacer es escuchar musicas tranquilas. Al paso que Itachi va asi, de seguro que se vuelve a quedar dormido.

Pero fue interrumpido por una llamada entrante a su móvil. ¿Ahora quién molestaba a estas horas? Contesto y miro fijo al techo.
-Si, ¿Quién es?

<<Hola, Itachi, Buenos dias>>
-Señor Yoshida. Buenos dias.- [¿Por qué me llama? Si se tratara de Kakuzu, obvio me llamaria él, no su padre. Entonces. No tengo idea]
<<Buen dia. Siento llamar a esta hora, seguro estas ocupado>>
[Bueno interrumpio mi paz, asi que si]
-No, claro que no. Digame, ¿qué sucede?
<<Oh, bueno. ¿Tu sabes dónde esta mi hijo?>>
-Eh?, ¿Kakuzu?
<<No tengo otro hijo>>
Del otro lado de la línea se podia oir un pequeño suspiro.

[Oh.. Entonces es eso, ¿Dónde está? Ni yo lo sé]
-Bueno, ¿por qué lo dice?- Trato de no sonar algo nervioso ante la pregunta.
<<Bueno, se fue ayer sin decirme el rumbo de su camino, no ha llegado a dormir y no contesta mis llamadas.>>
[Cielos, Kakuzu esta en problemas. Pero a decir verdad también tengo curiosidad de saber a donde se dirigio]
<<Por eso quiero saber, si esta contigo>>
-¿Qué? ¿Conmigo?- Miro a su alrededor. A quien engañaba, no esta con él.
-Si, claro. Se quedo a dormir y se le acabo la pila del móvil.- Que buen esfuerzo en no sonar como un mentiroso. No es muy propio de Itachi.

Oᑌᖇ ᗪᗴՏTIᑎY•••シ︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora