𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 𝑇𝑅𝐸𝐼𝑁𝑇𝐴 𝑌 𝐷𝑂𝑆

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(03 de Julio) Lunes

!Ánimo¡ Este buen inicio de Julio traía consigo una semana de exámenes, competencia de deportes entre los salones y grados. Todo tenia un buen inicio al mes para la preparatoria, pero no es lo mismo para los alumnos. Algunos claramente. Ingresaron en orden, temprano y bien uniformados. Tanto asi que los tutores y prefectos los recibían de buen humor.

-¿Cómo estás?- Interrogó la beta hacia el peli-plata. Si llego a la preparatoria, obviamente no se perderia la carrera que Deidara tenia. Planeaba alentarlo o si pierde vale, ahora que tenia un buen motivo del cual burlarse de este. Era su turno.
-Algo cansado. Pero bien.- Una pequeña gota de sudor resbalo de su nuca mientras dedicaba una sonrisa a la chica de pelo morado.
-¿Aún cansado? Sera que tampoco usaron lubricante.- Hidan desvaneció su pequeño animo y se alejo sin decir alguna palabra a la beta, de cierta manera le es incómodo hablar de esto.
-Hey...- Se quedo sola en la entrada, y mejor decidio alcanzar al omega para pedirle disculpas.

Pero este mismo se volvio a ella. Olvido todo lo comentado hace un momento y se aferro a su brazo. Konan no entendia este repentio cambio de humor. Pero su duda se le fue al ver que al subir las escaleras, aparecio Kakuzu bajando de ellas acompañado de Kisame. El Hoshigaki saludo a ambos. Pero Hidan solo se hacia lo más pequeño posible para no ser visto, quería que lo trague la tierra.
Al parecer la dignidad de Hidan se fue por el desagüe, y ahora no tiene el coraje de ver al moreno cara a cara. Mas bien ninguno lo tiene, ya que el alfa tambien paso por ellos, ignorandolos por completo.

-Oh...- Miro por un instante a los mayores y luego se fue tomado de la mano con el menor. Quien libero el aire que aguantaba, estaba nervioso.
-Hidan. Sabes que no podras evitarlo por mucho.
-Si...
-Y que tarde o temprano tendran que hablar.
-Lo sé...
-Bueno, ¿por qué lo evitas?
-No te hagas. Solo no quiero verlo por ahora.
-Vale, te entiendo. Bueno te dejo, me voy a mi salón, agradece que no compartes uno con él.
(Lo agradezco, y mucho) Acomodó su mochila y se alejo rumbo a su salón.

...

-¡USTED PUEDE SEMPAI!.
Las personas que estaban a su alrededor se quedaron sordos permanentemente al oir tremendo grito que solto el enmascarado.
-Ah, ¿crees que me haya escuchado?
Pregunto a Jade quien trataba de arreglar su audición metiendose un dedo dentro del oído.
-Creo que si.
-¿Estas bien, Jade-sempai?
-Si, Tobi, ¿quieres algo de beber?
-Una malteada. Asintió al pedido del Uchiha, y se retiro para ir a la cafetería.

Los alumnos disfrutaban la competencia de carrera. Ya que solo habian dos horas de clase, lo cuales ya pasaron, y ahora sólo les queda presenciar a cada alumno de su salón competir por medallas de oro o plata.
En ellos no todos estaban presenten. Unos cuantos aprovecharon a quedarse en sus salones a tener más privacidad y otros en la cafetería.

-¿Te enteraste ayer?
-Si, de hecho su padre me llamó. No llegó a dormir. Por cierto, ¿cómo esta Hidan?
-"Algo cansado" y me sorprende que no vaya a dormir siendo este responsable- Arrugo los dedos para expresar las entre comillas.
-Por eso. Tambien me asombra que estos dos hayan terminado haciéndolo. Si me lo dijera cualquier persona, te juro que no le creo.
-Tambien yo.
Ambos miraron en direcciones contrarias hasta que suspiraron a la vez.

-Vaya novedad.- Alzaron la ceja y voltearona ver que frente a ellos estaba _____ comiendo un plato de ensalada de frutas. Muy atenta a la conversación de estos.
-¿Qué haces aqui ____?
-Siempre estuve aqui.- Comio un bocado de fresa mirando extraño a ambos.
-Vaya. Bien, no digas nada de esto a nadie.
-Soy una tumba.
-Gracias.

...

-Hola.
<<¿Como está la persona más inteligente que conozco?>>
Al menos no le dijo "bebe" o "hermoso" o inclusive "bonito", para el pelirrojo era muy básico. Asi que tolero aquel halago.
-Bien, ¿y tú?
<<Bien, gracias. ¿Y que haces?>>
-Nada, ¿y tú?
<<Nada, aqui acostado.>>
El silencio se alargó en la llamada. Sasori miro por detrás de él como forma de distracción.
-Bueno, tengo competencia de ajedrez.
-Oh, espero que ganes. Adiós te quiero.
-Adios.- Corto la llamada. Guardando su teléfono. Ahora si asegurándose que ningún prefecto o supervisora se lo quite.

Por otro lado. Shisui miro al techo al haber cortado la llamada con su novio.
-Se despidió. Es un gran cambio.
Sonrio alegre. Sin duda este era un nuevo logro desbloqueado. Pensaba ir a verlo hoy. Pero, sorpresa. Ahora si que la Universidad se puso las pilas y empezó a darle más trabajo a este. Puesto que tenia que hacer tareas que le dejaron. Y hasta ahora no avanzo siquiera una. Sera mejor dejar a lado un poco su tema amoroso y concentrarse en sus estudios.

...

El último en llegar a la meta era un alumno de último de secundaria. Que no logró estar en los primeros lugares.
Deidara habia ocupado el primero como era de esperarse. Algunas chicas y chicos levantaron los brazos animados tras la victoria del rubio. Tambien era de suponerse que Jade y Tobi lo hicieran. Después de una carrera más, se estaria terminando la competencia. Tras la entrega respectiva de medallas.

Obito se acercó al rubio para darle una botella de agua mientras le ofrecia aire con ayuda de un abanico.
-Lo lograste Deidara. Fuiste el primero.
-Como si no fuese a hacerlo. He entrenado durante dos semanas.
-Deidara-sempai, estuvo increible. ¿Escucho a Tobi gritar?, lo apoye mucho.- Hacia varias expresiones con las manos. Su rostro era un misterio, pero no habia duda que se alegraba que el rubio gano.
-Gracias, Tobi. Por ti, casi me distraigo.- Esbozo una sonrisa. Luego se alejo de estos para ir a abarcar su puesto entre los primeros.

El enmascarado, quedo quieto unos segundos antes de suspirar alegremente. Jade se lo llevo de la mano para ir a ver a Deidara son su premio en el cuello. Lo arrastró un poco, ya que este parecia a ver quedado paralizado extrañamente. Dejando confundida a la omega, quien solo río angustiada por su amigo.

...

Hidan estaba mordiendose las uñas. Que estrés es estar esperando a la beta quien solo dijo que hiba por una malteada de chocolate. Habian pasado alrededor de unos diez minutos y nada de ella. Tampoco queria salir de su salón, temía a encontrarse con cierta persona.

Si, bien. Estaba alentando al rubio desde el segundo nivel, asi que es suficiente para el mismo. Miro el reloj, y al parecer solo restaban media hora para la salida. ¿Por qué la hora no avanzaba a tu gusto? Sería de mucha ayuda para mayoría de gente. Ahora mismo para Hidan.

Escucho pequeños murmullos proviniendo de los pasillos. Y como es un chico muy curioso decidio acercarse un poco a la puerta a espiar que pasaba. Para su sorpresa era Kakuzu acompañado de una chica de pelo rubio y ojos verdes. Asi se veia desde la distancia. Parecian hablar comodamente. Estaban a unos metros de este. Puesto que por eso no lo podian ver. Hidan levanto la ceja, ¿de qué tanto conversaban? Siguio observando desde lo lejos unos cuantos minutos más. Hasta que perdio la noción del tiempo. La campana al fin sono, y todos los alumnos ya podían salir de la preparatoria.

Hidan volvio a su asiento, libero un suspiro. Al fin se habia acabado su hora de estar aqui. Y justo es donde sus compañeros tambien llegaron. Tomaron asiento para recojer sus mochilas e irse, en este momento los pasillos estaban llenos. El peli-plata aprovecho esto para poder desviar de vista al moreno. Tomo su mochila y decidio marcharse ya. Pero, justo al momento en que hiba pasando. El moreno tambien se volteo para ir junto a aquella chica. Lo más raro, es que paso de Hidan. Ignorando su sola presencia.

El menor se quedo de pie, mirando al frente. Abriendo un poco los ojos. ¿Qué acaba de pasar? Vale, la respuesta es tan obvia. El tipo acaba de ignorarlo, ambos lo hicieron en todo el día. Pero ojala que esto no sea hasta fin de curso. Hidan se llevó la mano al bolsillo con la mirada fija al piso. Parpadeo seguidamente antes de volver a ser consiente que estaba quieto viendo a la nada. Apreto los labios al igual que sus puños y decidio avanzar hasta la salida. Cierta estres y molestia empezaron a sumarse en su vida este día.

Oᑌᖇ ᗪᗴՏTIᑎY•••シ︎ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora