Capitulo 12.

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-¡El agua esta fría! 

-No seas llorón, esta como debería de estar. – le regaño Katsuki entrando para nadar al lado de su novio.

-Kacchan no seas malo con Denchan – le regaño su novio mirando como Denki se acercaba a ellos mirando a todos lados. – ¿estás buscando algo?

-No, solo verifico que un cangrejo me pique los dedos de los pies. – sonrió aliviado de que no hubiera ningún cangrejo.

-No creo que un cangrejo te-  ¡carajo! – grito Katsuki apenas sintió como le picaron el dedo del pie. –  ¡¿donde estas maldito?! ¡Te hare caldo!

Izuku miro como el cenizo buscaba al pobre cangrejo que terminaría convertido en sopa, Denki se carcajeo mirando como su hermano era nuevamente picado por el cangrejo apenas lo saco del agua.   

-Oye ¿crees que podamos hacer una parrillada en la noche?-  pregunto Shoto acostado en la tumbona leyendo un libro de los muchos que tenia Inasa, el pelinegro le miro desde su tumbona.

-Claro. – le dio una de sus sonrisas 

Eijiro se asomo desde la puerta que daba a ese pedazo de playa, llevo su mano a su cuello algo adolorido, Denki le dio una patada que lo mando al piso, le fue algo molesto e incomodo, prefería cuando el dormía sobre él y le abrazaba por la cintura hasta que se dormía de nuevo, pero anoche estaba imposible, cada que se acostaba  a su lado le pateaba. Soltó un suspiro, hoy era el ultimo día en esa cabaña y ya tenían todo empacado y solo quería pasar los últimos momentos con el rubio  el aquella playa, pero le incomodaba que no pudiera besarle frente de los chicos. Hizo una mueca. Definitivamente no estaba de acuerdo con mantener lo que sea que tenían en secreto.

Se acerco a una de las tumbonas con una gran sobrilla que le cubría del resplandeciente sol,  tomo asiento al lado de Inasa mirando como este tenía su laptop en sus piernas tecleando con bastante rapidez y agilidad. Miro de nuevo donde estaba el rubio, su cabello húmedo y ese bronceado que seguro le marcaria el traje de baño le hiso sonreír. Esperaba que si se haya aplicado protector solar.

Salió del agua mirando como Eijiro estaba sentado con sus ojos clavados en su anatomía, sus mejillas tomaron un leve color rosáceo mirando a otro lado, "de seguro está pensando cosas pervertidas" se dijo resoplando sintiendo sus mejillas calentarse más. Salió del agua, ya llevaba un buen rato allí y su espalda y hombros estaban muy enrojecidos, lamentaba con el alma no haberse colocado el bloqueador, hiso una mueca tomando al toalla que le tendió el pelirrojo.

-Estas rojo. – comento Eijiro mirando sus hombros y mejillas enrojecidas por el sol.  – ¿estás seguro que te pusiste el bloqueador?

-No. – aseguro caminando a la cabaña, Eijiro le siguió. – ¿por qué me sigues?

-Porque creo que esto. –dijo tocando con su dedo el rojizo hombro del menor escuchándolo gemir adolorido. – necesitara de algún cuidado. 

-¡No toques! – chillo dando un salto atrás adolorido. – me duele.

Se quejo mirando como el pelirrojo se acercaba, se alejo unos pasos atrás, estaba seguro que estaba tramando algo y de seguro implicaba con verle desnudo, no se negaría pero en esos momentos era peor las quemaduras de sol que  pasar una noche sin sexo. Su espalda golpeo con el desayunador en la cocina, gimió cuando su espalda hiso contacto con el mármol frio, Eijiro le acorralo colocando los brazos a su lado evitando que se escapara. Sus orejas se movieron pendiente de que nadie les interrumpiera, acercándose a su rostro mirando como sus mejillas se tornaban más rojizas por su sonrojo. 

-Eijiro nos pueden ver. – murmuro apenas audible sintiendo las feromonas golpear de lleno en su rostro. 

-¿Cuál es el problema?- quiso saber, ya que si fuera por el ya lo hubiera gritado a todos sin importar que. – es hora que todos lo sepan.

Encontré un lobo...   ¡Y es muy lindo! {Kirikami}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora