Encontré un lobo... ¡Y es muy lindo! {Kirikami}

Capitulo 16.

Tomo aire cayendo agotado, miraba el techo mientras su respiración se normalizaba, miro como el metamorfo a su lado se sentaba recogiendo su ropa y vistiéndose. Se carcajeo bajo levantándose para pasar sus manos por su pecho todavía descubierto, llegando a su cuello para atrapar sus labios en un fogoso beso. El metamorfo llevo sus manos a su cadera para aferrarle a su cuerpo.

-¿Estás seguro que quieres estar enrollándote conmigo? – pregunto separándose del beso del omega. – ¿no tenias sentimientos todavía por Eijiro?

Tamaki rodo los ojos mirando los plomizos de Awase, resoplo jugueteando con los mechones de su cabello.

-¿Podrías no hablar de él?

-¿Podrías no usarme para olvidarlo? 

Volvió a resoplar alejándose para meterse en su cama y cubrirse hasta los hombros dándole la espalda, el alpha menor camino a él suspirando para tomar lugar a su lado pasando los brazos por su cintura.

-Vamos Tamaki.... – susurro en su oído. – no te enojes, me gusta estar contigo pero odio que me uses para olvidarlo, me siento una prostituta, me llamas cuando quieres y luego hago como si no paso nada. – le recordó. Tamaki rodo los ojos.

Se dio la vuelta encajando su mirada en la de Awase.

-¿Y que si te utilizo? – replico, Awase hiso una mueca rascando su nuca. – Eijiro fue mi alpha, no puedo olvidarlo.

-El no fue tu alpha, no digas tonterías. –le corto rodando los ojos. – Hacías con él lo mismo que haces ahora conmigo. 

El omega se levanto cubriéndose con la sabana, caminado a la puerta. Este le miro desde su posición en la cama.

-Fuera. – ordeno Tamaki abriendo la puerta para que el alpha saliera de su habitación. – vete, no estoy de humor. 

-¿Enserio? ¿Crees que sacándome de tu cuarto todo esto se acabo? – pregunto sentándose mirándole desde su lugar, se apoyo en sus manos extendidas en el colchón sin moverse. – ven aquí, terminemos de discutir esto.

-Vete Awase. – gruño apretando la sabana entre sus dedos. – no quiero discutir.

-Entonces lo hubieras dicho antes de que te pusieras así. – señalo. Se levanto de su lugar caminado frente él, -  se que te mueres de celos por estar en el lugar de ese chico.

Frunció los labios sabiendo de quien hablaba.

-Pero es mejor que los olvides. Empieza de nuevo, Eijiro ya no te quiere, ya tiene un omega. Esta rehaciendo su vida con...

-¡El no es su omega, yo lo soy! -  grito mirándole. – ¡ese omega me lo arrebato de mi lado! ¡Él no tiene nada, yo tengo todo para que él estuviera a mi lado!

-¿Entonces por qué no está aquí? En vez de ser yo en que este consolándote cada que lo recuerdas. – su cara se giro de golpe gracias a la fuerte cachetada que recibió su mejilla izquierda. – claro... sabes que es verdad, sabes que algún día se iría de tu lado... por eso siempre le controlaste como lo hacías. Eres malo Tamaki, Eijiro tiene suerte de haber encontrado a ese omeg...

Otra cachetada fue recibida en su mejilla derecha.

-¡Cállate! – gruño mirándole. – ¡no tienes nada que decir, no eres nada!

Awase apretó los puños queriendo decir algo más, pero sabía que no podría ya que se quedaría sin lugar donde pasar las noches cada que pudiera, no podía irse. Ese omega le mantenía atado, no era su lazo, no era su omega, pero le quería como si lo fuera. "Maldito encaprichamiento..." se dijo una y otra vez, al igual que los celos que alguna vez sintió por estar en el lugar de Eijiro. Ahora que estaba allí, no quería volver a estarlo.