Encontré un lobo... ¡Y es muy lindo! {Kirikami}

Capitulo 20

-¿Eijiro? – llamo mirando como el pelirrojo le miro con una pequeña sonrisa  en los labios, beso los del rubio acomodándole sobre su pecho. – acaso... ¿jamás has pensado que podría ser estéril?

El pelirrojo le apretó mas entre sus brazos, el rubio tomo suficiente aire escondiendo su rostro en el pecho del mayor mientras este le acariciaba la desnuda espalda. 

-¿Por qué piensas eso?

-Por lo que paso hace un mes. – el pelirrojo frunció el ceño preocupado, tenía razón, esa no fue la única vez que no uso protección. – quiero seguir creyendo que solo fue mucha suerte, y no que... mi cuerpo está mal.

Apretó los labios sintiendo la frustración y el miedo que embargo al menor entre sus brazos, respiro hondo buscando las palabras correctas para decir antes de cagarla como muchas veces hacia por no modular bien, o mejor dicho, no pensar nada lo que decía. Denki llevo su mirada a los rubíes de su alpha, buscaba algo que le dijera que todo estaba bien, que nada estaba mal con él, que seguiría a su lado sin importar que.

Algo en su pecho se apretó sabiendo que no todo duraba para siempre.

-No pienses eso. – modulo al final dejando que tomara lugar sobre su cadera, el rubio le miro queriendo soltar algunas lagrimas. Las limpio antes de que bajaran por sus mejillas. – no pienses mas en eso. No por qué no quiera dar ese paso contigo, nada me haría más feliz que eso, sino por qué no estamos listos, Denki.  Sé que tu cuerpo no  es frágil, se que quieres una gran familia, pero no quiero que algo malo te pase si llega el momento de tener una. Eres todo en mi vida rayito.

Se hundió en sus brazos liberando las lágrimas que intento contener siendo calmado por las protectoras y tranquilas feromonas que expandió el mayor por toda la habitación. Quería calmar todo pensamiento pudiera hacer dudar al menor. Porque si eso pasaba estaba seguro que Denki no le dejaría volver a lo que tiene ahora, y mucho menos si le decía eso.

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Estando en la playa le gustaba caminar, le gustaba sentir como el agua subía fría por sus talones, como la arena se apegaba a sus pies, como estos se enterraban en la arena. En la oscuridad solo podía verse negrura en el mar, caminaba con una fina chaqueta aferrada a su cuerpo, suspiro queriendo calmar todos los pensamientos que le despertaron de golpe en medio de la madrugada. Dejó la comodidad que tenia entre los brazos de su alpha queriendo despejar ese sueño que era un recuerdo, que poco a poco se fue volviendo una pesadilla. 

La pesadilla que le hizo saltar de la cama corriendo al baño para vomitar todo lo que había en su estomago, apenas salió ya el sueño fue cosa del pasado, así que decidió salir esperando que el frío aire salado le calmara su malestar. Tenía la suerte de que Eijiro dormía tan profundo que a veces pensaba que estaba inconsciente. Soltó un suspiro intentado olvidarlo por onceava vez en media hora que llevaba caminado. Porque sí, ese sueño seguía rondando su cabeza queriendo quedarse allí sin dejarle descansar. Lo recordaba a la perfección.