No estás sola (Lobos #3)

Capítulo 19

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Gina

Jared está frente a la casa principal de la manada, suspiro frustrada porque por alguna razón, quiero estar con él tranquilizarlo, se nota en su mirada que esta tratando de controlarse para no desatar una guerra.

Mis hermanos salen para hablar con Jared, ellos hacen una seña hacia la ventana y mi alpha me observa con brillos en los ojos luego asiente con la cabeza, entra con ellos adentro y me doy la vuelta para verlo cuando apenas entra, corro hasta él comienzo a llorar, entierro mi rostro en su cuello para oler su aroma que por alguna razón me tranquiliza.

- ¿Estabas bien, mi luna? ¿No te hicieron daño? - interroga con desesperación por mi llanto, niego con la cabeza como una niña pequeña.

- Habla conmigo, luna - pide.

- No me hicieron nada, solo me contaron la verdad - comento, me alejo un poco, no quiero apartarme de él.

- Ellos son mis hermanos, Jared - confieso. Yahil se acerca hasta nosotros.

- Su loba fue envenenada tenemos que ver la cura - informa con seriedad.

- Sé quién nos puede ayudar con eso - dice el alpha Facundo y mira a su hermano.

- Llama a Yanina. Dile que el alpha le necesita en la casa principal - ordena Facundo con un tono raro a Yahil quien asiente y se corriendo.

- Después recibiré una buena paliza pero valdrá la pena - habla con una sonrisa en el rostro.

Minutos más tarde...

Yahil viene con una mujer enojada pero enseguida suaviza su mirada al notar que sigo aquí.

- ¿Me llamaste hermanito o tengo que decirte alpha? - pregunta con sarcasmo.

- Necesito tu ayuda o mejor dicho, nuestra hermana la necesita. La hechicera Marina puso algo en su té que hizo dormir a su loba - explica Facundo. Mi hermana se aproxima a mi y frunce su ceño, hace unos gestos con la mano que no entiendo, de repente todo mi cuerpo brilla y me duele todo mi cuerpo antes de caerme en el suelo, Jared me sujeta.

- ¿Estás bien? - pregunta preocupado y asiento.

- Su veneno no era mortal. Pude quitar la mayoría, te daré un té que te haré expulsar todo el resto. Tienes que tomar una vez al día - explica, todos suspiran de alivio, me entrega una bolsa.

- Muchas gracias - agradezco y asiente.

- Me tengo que ir, mis hijos me esperan. Espero que algún día puedas visitarme en mi casa - dice Yanina.

- Lo haré. Te visitaré - hablo con una sonrisa. Ella se da la vuelta y se dirige hasta la salida y desaparece de nuestra vista.

- ¿Que pasará con Marina y su esposo? - pregunto con curiosidad a Jared.

- Me encargaré de ellos. No nos harán más daño - dice serio y asiento con la cabeza callada.

- Quiero encargarme de la hechicera - gruñe enojada mi loba.

- Yo también pero no podemos decirle a Jared - hablo.

- Eres la luna de la manada, niña. Claro que puedes decirle - habla obvia.

- Hazme tomar el control. Verás como se hacen las cosas - dice y asiento no muy convencida del todo.

- Quiero encargarme de Marina - habla Luna con un tono frío y exigente.

- ¿Es encerio, Luna? - cuestiona Jared asombrado.

- Si, es hora de que vean que la luna de la manada no es débil. Gina y yo iremos cambiando poco a poco, es hora de que se acostumbren después de lo que sucedió tenemos que ser entrenadas para que no vuelva ocurrir - habla decidida y con mucha mi loba.

- Muy bien, si es lo que quieres, así será, yo te entrenaré - aclara Jared. Luna me hace tomar el control y mis mejillas están sonrojadas.

- ¿Por qué sonrojada, Gina? - pregunta mi alpha mientras se acerca a mí, une nuestros labios se itensifica hasta que alguien aclara su garganta.

- Estamos aquí, que asquerosos. Tenemos que deshacernos de alguien luego pueden buscarse un hotel o algo para hacer sus cochinadas - dice mi hermano y mi alpha gruñe, me escondo en su cuellos para que no vea mi cara avergonzada.

- Es hora de ir a casa - dice Jared y asiento mientras bostezo.

- Duerme un poco, te despertaré al llegar - declara y cierro poco a poco mis ojos, caigo rendida.

Creo que hoy he tenido muchas emociones. Quiero saber que sucederá al llegar al casa y mi manada.