🦉 Capitulo 5🦉

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Un lindo gesto para él

•🦉•

Se había pegado al libro por dos horas, también había ahorrado maso menos entre poco más de dos meses para obtener los mejores materiales para el platillo que iba a preparar.

Pronto se acercaba el campamento de entrenamiento que la dejaría sin ver a sus amigos por algunos días, así que quería que por lo menos él la pensará si quiera algunos minutos durante algún descanso o algo.

Porque ella siempre lo tenía en mente.

—¿Por qué no te metes con nosotros en el campamento?— Preguntó el búho mayor, emocionado por el evento ya mencionado. — Después de todo, ni siquiera te prohíben las practicas con nosotros. –.

... Como si pudiera hacerlo, desde arriba solo cuentan a los equipo completos.

Pensó la menor con una sonrisa, al recordar lo que le había sugerido Bokuto ese día.

Aún así haría lo posible por que durante esos entrenamientos él tuviera el mínimo pensamiento sobre ella un rato, cosa que en cierto sentido era difícil de lograr ya que simplemente su nombre no era Voleibol.

De todas formas Yukie le había sugerido un día el hacerle un bento de su comida favorita y que mejor momento para ponerlo en practica que en esa ocasión.
Aunque también se acercaban los exámenes pero que ella estuviera un año por debajo de él y que fuera mala en matemáticas no le ayudaba mucho al medio albino.

De todas formas no es como si quisiera hacer algo de matemáticas.

Así que le prepararía un poco de Yakiniku, osea carne asada.

—¡Mamá!–.

Llamo la chica desde la cocina, nadie respondió, así que abrió la boca pero antes de volver a llamar vio como una mujer de cabellos rubios pálidos entraba a la cocina con una sonrisa, ella se acerco a Yuzuru y la abrazo desde atrás, recostando su cabeza en la de ella.

—¿Qué pasa, pequeña?–.

—Lo haces a propósito, ¿verdad? — La menor río. — Como sea, ¿me ayudas a preparar la carne? siento que si la hago sola me voy a quemar o algo. -.

—Claro que sí. –.

Una relación madre-hija envidiable para cualquiera, incluso para algunos chicos del club.

Mientras la mujer mayor asaba la carne, la menor observaba y preparaba una ensalada siguiendo los mismos lineamientos que usaba para sus comidas durante el entrenamiento, solo que para esta ocasión debía tener en cuenta el peso y la altura de Bokuto, cosa que le daba vergüenza pensar por alguna razón.

Tenía en su mano una libreta con aproximaciones de su peso y altura, le temblaban los dedos con los que sostenía el lapicero.

—¿Qué paso? Tienes la cara roja. — Preguntó ahora el hermano de la chica, mirándola mientras esculcaba el refrigerador. –.

—¿Qué rayos te importa? –.

—¡¿HAH?!–.

El chico estiro los brazos hacía su hermana con unas grandes intenciones de molestarla.

— Bueno, bueno... — Hablo la madre de ambos, con un tono que resultaría siendo de enojo si la pelea entre ambos Houkarou continuaba de esa manera. — Además, seguramente esta nerviosa porque esta haciendo esto para Kou-chan. –.

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