🦉 Capitulo 1 🦉

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— ¡Ánimo, Yuuchan! —

•🦉•

Después de clases, se cambió a la ropa que usaba para practicar Voley y fue a uno de los gimnasios que había dentro de la Academia. Tenía entre sus manos un balón que le había prestado el equipo masculino.

Al lado de la escalera que llevaba al segundo gimnasio había una chica pelirroja leyendo un libro.

— ¿Senpai? — Llamó la menor a la única Middle Blocker del equipo femenino. — ¿Hoy va a entrenar? –.

— … Realmente no. — La pelirroja se rasco el cachete. — Solo estaba leyendo. –.

— Oh... eh, claro. — La menor se desilusionó un poco, pero de todas formas no esperaba nada de ella. — Entiendo. Bueno, con permiso. –.

Se fue corriendo hasta el gimnasio donde entrenaba el equipo masculino, allí ya se encontraba Bokuto, Akaashi y Konoha. Al entrar, la más baja saludo al verlos con una expresión seria y luego bajo su mirada al tiempo que tiraba el balón con fuerza, este rebotó en el suelo y salió disparado a la pared donde casi golpea al albino.

— ¿Nadie quiere entrenar de nuevo? — Preguntó Konoha. –.

— Sí. — Responde, caminando hacía la red con una expresión de evidente enojo. — Dos no hacen un equipo y aunque lo hicieran, en un partido de Voleibol sala, ¿qué pueden hacer un Líbero y un Middle Blocker? –.

— Hmm, tienes razón... Aunque no hay problema si puedes entrenar acá, ¿verdad? –.

La chica tomo un balón que quiso lanzar al de hebras claras, pero se arrepintió de inmediato haciendo así que se fuera a sentar cerca de la tarima que permanecía en el lugar, como si la hubieran acabado de regañar.

— ¿Dije algo malo? — Preguntó Akinori, Keiji solo miro al techo, planteándose en cómo organizar sus palabras para responder eso. –.

Le frustraba, realmente le era molesto no tener un equipo, aún si podía entrenar con Bokuto, no tenía un equipo para defender durante un partido o celebrar una victoria o llorar una derrota.

— Bueno, no es por si puede o no entrenar, es que sin un equipo no puede competir. — Mencionó Akaashi, ella le hablaba a él y a Bokuto bastante sobre eso. — Aunque pueda venir con nosotros a entrenar, no puede jugar en un partido porque no es del equipo. –.

— E-entiendo. –.

Algunos que ya habían llegado al gimnasio escucharon lo que había dicho Keiji, se miraban entre sí con malestar, realmente lo sabían pero se veía tan feliz en los entrenamientos que no le tomaron importancia. Yukie, una de las managers iba a ir hasta a ella por lo menos a subirle el ánimo.

Antes de eso, Bokuto fue hacía Houkarou, con una sonrisa y una actitud deslumbrante, como siempre. Se sentó a su lado y empezó a hablar.

— Yuuchan. — Todos miraron atentos esperando más palabras. — Recibe todos mis saques y remates. –.

Todos quedaron en blanco, Yuzuru incluida.

— ¿Eh? –.

— Vamos recíbelos. — Insistió el Búho mayor. — Hazlo como pago por casi volarme la cabeza con un balón. –.

A la chica le causo gracia, mucha gracia que el mayor le dijera eso de repente mientras ella estaba en su modo tristeza. Tras soltar una muy leve risa, se puso de pie sobre la tarima para mirar desde allí a Koutaro.

— Sí haces más puntos que yo recepciones, te invitaré un bollo de carne cuando salgamos. — Los ojos ámbar le brillaron al chico. — ¿Trato? –.

El de cabellos blancos veteados, repitió la acción de la chica y de pie sobre la tarima, chocaron palmas cerrando así el trato, en un punto del arreglo del juego Bokuto sugirió un todos contra uno el cual obviamente le fue negado, porque no solo iba en contra de las reglas si no que también era obviamente injusto.

Al final, Bokuto y Yuzuru tomaron la mitad de la cancha y el resto del equipo la otra mitad.

— ¡Yuuchan, prepárate! –.

Bokuto tiro el balón hacia arriba, este fue bastante alto y muy por encima de la red, acto seguido el chico salto con todo lo que tenía, llegó muy alto, era sorprendente. Yuzuru admiraba su saque y poderlo recibir era su mayor fortuna.

La mano del joven llegó pronto al balón, se quedó estampada allí por una milésima de segundo y luego se dirigió derecho a la joven, con la velocidad de una bala.

Los ojos azules de la chica se abrieron, como si de una máquina se tratase cálculo el balón y sus posibles caídas, a donde iría y como se devolvería si lo recibía bien. Dos pasos hacia atrás, uno a la derecha y los brazos hacia el frente.

El balón cayó justo en los antebrazos de la pecosa, justo como lo había calculado.

Golpeó duro y dejó marcas, pero la sensación era totalmente la mejor que había tenido, reafirmaba su gusto su por recibir, en especial los saques del Búho. Llegó hasta Bokuto, alto, pero ahora más cerca de la red, el pudo tirar de nuevo como si de un rebote se hubiera tratado y el ciclo se repitió.

[…]

— ¿Esta bueno, Bokuto-san? — Preguntó la chica, comiendo una mantecada pequeña mientras veía a Bokuto, comiendo felizmente dos bollos de carne. –.

— ¡Dem i cioo! — Habló con la boca llena, ella rió. –.

— Espero haberte interpretado bien. –.

Estaba de noche y debido a ciertas circunstancias, Keiji no los acompañó esta vez a sus respectivos hogares, pero, por otro lado, como pudieron haberse dado cuenta, la chica perdió y bueno, de todas formas, sí hubiera ganado sería un milagro porque después de todo iba contra un AS que estaba entre los mejores.

Raras veces caminaban en silencio ya que al momento en que este se mostraba, dos segundos después, Koutaro lo rompía con alguna cosa digna de su estupidez. Al llegar a la casa de la chica, donde vivía con sus padres y sus dos hermanos mayores y la dejo en la puerta, a milímetros de la entrada de la casa.

— Yuuchan. — Ella, sonrojada lo miró con una sonrisa, simulando que no le encantaba ese chico de cabello bicolor. — Bueno, entiendo porque te sientes tan frustrada con tu equipo y realmente me gustaría que pudieras jugar en un campeonato como la Spring Inter-High, peroooo… –.

¿Pero?

— … Creo que me deprimiria un poco si dejas de entrenar con nosotros. — Rió bastante fuerte, ligeramente apenado y con un tono usual, enérgico y cautivante. — Me parece asombrosa la manera como recibes y como juegas en general. –.

La emoción con la que hablaba lo hacía parecer tener una batería inagotable.

— ¡Pero si aún quieres tú propio equipo...! — Fue interrumpido por Houkarou. –.

— Bokuto-san, shhh, no grite que ya es un poco tarde. –.

— Ah, sí, lo siento. — Murmuro y movió su mano de atrás hacia adelante indicando que acercarse su oído. — Aún si quieres tu propio equipo, te apoyo completamente, así que, Ánimo, Yucchan –.

¿El cabello de Konoha es rubio oscuro o castaño claro?

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