Reglas del destino

La familia Bransòn

No sé cuántas horas pasaron desde que Salí de mi hogar bueno ya no es mi hogar, pero eso no importa, ya me estoy cansando de estar sentada y mi papá pues él está más contento que perro con dos colas, literal, pero me pone feliz verlo así, no lo veía sonreír de esa forme desde hace tiempo así que voy a tratar de no demostrar mi mal humor, pero es difícil me aburro demasiado.

– papá ya vamos a llegar –le dije con una sonrisa fingida

– Ya estamos por llegar, estas ansiosa – me dijo con una sonrisa de oreja a oreja, parecía guasón de verdad, cuando sonreía de esa manera me da un poco de miedo, pero bueno esa es culpa mía porque me quede traumada con la película, pero bueno pobre de mi papi que él no tiene la culpa de sonreír así de feo.

– No tanto como tú – le dije entre risas, porque, aunque me da miedo cuando sonríe así también me da risa.

– Que chistosita estas no – me dijo tratando de ponerse serio, pero no pudo porque se estaba aguantando la risa.

– me gusta verte así – le dije con una sonrisa

– así como hija, yo siempre estoy así – me dijo tratando de hacer una mueca

– sabes ­a que me refiero pa – vi como su rosto cambio, así que traté de cambien de tema – pero dime como es nuestra nueva casa – le dije para cambiar de tema, y por lo que veo porque su rostro volvió a cambiar a uno feliz.

– es linda, muy a decir la verdad, tiene mucha naturaleza como te gusta – y es verdad, aunque haya vivido en una gran ciudad siempre preferí más la naturaleza, era algo que me tranquilizaba, no se era algo así tipo una conexión con la naturaleza, así que cuando me dijo que en la nueva casa había bastante naturaleza se me hizo una alusión y me puse contenta

– de verdad, pero como así naturaleza – le dije con una sonrisa que no pude evitar.

Mi padre me seguía contando todo con lujo de detalle de cómo era nuestra nueva casa, estaba tan concentrada en lo que decía mi padre que no me di cuenta que ya habíamos llegado.

La casa es hermosa de verdad lo es, está rodeado de árboles y flores no puedo evitar quedarme con la boca abierta.

– Sabia que te iba a gustar, me alegra verte con esa cara de niña cuando le dan su primer regalo jajaja – me dice mi padre sacando de mi asombro.

– De verdad esta es nuestra nueva casa? – le digo a mi padre todavía sorprendida

– Si hija, te dije que era nuestro nuevo comienzo y que lo íbamos a empezar a lo agrande así que ahora entremos a ver como es todo por dentro, si

– claro que si

La casa por dentro es un más hermosa que como se ve de afuera, todo es de mármol, parece un castillo moderno, pero más pequeño que ello, tiene un jardín hermoso y grande, una piscina igual de linda como todo en esta casa, pero lo que más me sorprende es el silencio y la paz que trasmite este lugar, aparte tiene una vista hermosa.

– Isabella, hija ven un toque – grita mi padre desde la sala, así que voy donde está, pero no se encuentra solo, está acompañado por otro hombre que me resulta muy familiar

– acá estoy

– hija mira, él es Luis bransón es mi mejor amigo desde que era un niño – me dice mi padre con una alegría inigualable, que, aunque lo esté repitiendo mucho estos días me pone muy contenta verlo así

– hola – digo extendiendo mi mano, pero el amigo de mi papá me toma por sorpresa dándome un abrazo

– hola, no me digas que no recuerdas al tío Luis, él que siempre te traía regalos, yo te regale tu primer libro – me dice con entusiasmo, mientras me abraza con fuerza, pero cuando me dijo del libro entonces me acorde de él y lo termine regresando el abrazo ya que gracias a él ahora me encanta leer ya que me hace sentir que estoy en otro mundo viviendo la historia

– sí, disculpa por no acordarme de ti desde un principio, pero cuando me dijiste del libro te recordé, gracias a ti me gusta mucho leer, gracias tío – la palabra tío salió sin querer – disculpa por decirte tío – digo un poco avergonzada.

– no te tienes que disculpar nada, literalmente soy tu tío, ya que tu papá es como un hermano para mí y yo soy tu padrino de bautizo así que literalmente soy tu tío así que sin miedo llámame tío, aparte mis hijos también llaman tío a tu padre

– cuantos hijos tienes – pegunto con curiosidad

– tengo dos, el mayor se llama William que va a cumplir 18 y la menor mía que tiene 16 recién cumplidos igual que tú, ellos van a ir a la escuela junto contigo – yo lo miro un poco sorprendida pero mi padre entiende mi mirada

– si cariño ya te conseguí escuela aquí, vas a ir a la misma escuela donde asiste William y mía, se van a llevar súper bien ya que tú y ella son parecidas en el carácter, hablando de eso dónde están?

– están arriba así que si gustas sube y los conoces, vinieron acompañarme para visitarlos

– de paso que vas conociendo la casa hija, subiendo a la derecha está tu habitación y al otro lado está la biblioteca, un estudio y bueno ya te darás cuenta tu que más hay

– una biblioteca – digo sorprendida

– si hija, sabía que te iba a gustar la noticia, tu tío me ayudo con la decoración y todo

– en si fue mi esposa la que ayudo, es decoradora de interiores, ella ayudo especialmente a decorar toda la casa

Yo asiento con la cabeza mientras subo las escaleras indicando que voy a subir para ver mi nueva habitación, pero lo que más me intrigaba era ver la biblioteca así que voy a donde mi padre me indico que estaba la biblioteca

Cuando abro una de las puertas y entro y me quedo atónita, este lugar es de ensueño, es literalmente como la biblioteca de la bella y la bestia solo que más pequeño, hay estantes súper lindos y en ellos miles pero miles de libros que no me permito asimilar estar en una habitación tan hermosa, aparte hay un asiento a la ventana que es enorme por cierto y que da una vista hermosa a la parte del jardín y la piscina de mi nueva casa y si ya asimile que esta es mi nueva casa donde voy a empezar a vivir una nueva historia, estoy tan sorprendida pero tengo el presentimiento que alguien me está mirando

– lindo cierto – escucho que dicen atrás de mí, que me hace dar un pequeño salto, en cuanto volteo veo a un chico de cabello negro, que me mira fijamente y para aclarar tiene unos ojos muy hermosos, son de color café, pero tiene una mira que mataría a cualquiera, es muy guapo

– disculpa tu quien eres – le digo un poco balbuciendo mientras me pierdo en sus ojos café

– William, me llamo William bransón – me dice con una sonrisa en su rostro