Donde Harry Potter lleva divorciado
un tiempo y ha llevado una vida
solitaria pero tiempo después se
enamora de una carismática chica.
o
Donde Eileen Armstrong
comienza a desarrollar
fuertes sentimientos por su jefe
pero tiene miedo a enamorars...
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—¿Realmente no hay nada que se pueda hacer? —preguntó Harry con calma a la recepcionista— otra habitación o una habitación con dos camas.
La mujer miró atentamente su libreta, parecía un poco decepcionada por no poder a ayudar a resolver el problema de su cliente.
—Lo siento, corazón. Hay un congreso mágico toda la semana y desde hace tres días tengo todo lleno. Hoy se fue una pareja por lo que esa es mi única habitación disponible.
Harry la miró fijamente con ojos de cachorro, no se animaba a mirar a Eileen.
—Descuide, lo entiendo.
—¿Harry? —el nombrado volteó a ver a la chica. Ella le sonrió.
—Está bien, podemos compartir la habitación. Yo no tengo problema si tú no tienes problema.
—Como compensación podemos regalarles el desayuno de todos los días que se queden —se apresuró a decir la chica detrás del escritorio.
Potter miró alternativamente a cada mujer.
—De acuerdo.
Harry registró su entrada y dio el pago por adelantado de tres días. Enseguida un elfo apareció, fue directamente a tomar la mochila de Eileen y la pequeña maleta de Harry.
—Por aquí, por favor —les indico.
—Que tengan una excelente estadía —les dijo la recepcionista con más ánimos.
Harry y Eileen caminaron detrás del elfo por el pasillo y luego subieron al ascensor. Se detuvieron en el tercer piso y continuaron caminando cerca del elfo a paso lento.
—No tenía ni idea que existían hoteles para seres mágicos —comentó Eileen mientras miraba todo a su alrededor con gran interés— creí que solo había lugares como el Caldero Chorreante pero nada tan formal como un hotel.
Harry sonrió un poco mientras la miraba de reojo.
—Sí. No en todos los países pero sí en los más recurridos, como Estados Unidos, Rusia, mi favorito es el de Japón. Claro qué hay lugares como el Caldero Chorreante, pero no son lugares tan agradables. Prefiero quedarme en el hotel.
—¿Realmente has viajado a todos esos lugares? —preguntó impresionada.
