Accidentally in love ⇝ Harry J. Potter ✔

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Era el cumpleaños número tres de Azriel y Harry corría por toda la casa como loco tratando de alcanzar a su hijo para cambiarlo. Cuando el pequeño niño aprendió a caminar, en lugar de sólo caminar, corría por todas partes y tanto Eileen como Harry debían tener cuidado de que no de lastimara.

Pero ese niño era verdaderamente rápido y muy escurridizo. Ya era tarde y Eileen aún no había hecho nada por ayudar a Harry con el pequeño problema. Ella estaba muy cómodamente en la habitación compartida terminando de arreglarse mientras se burlaba en su mente de Harry.

Fabian era quien había organizado la fiesta y había mencionado que no se iba a contener ni un poco y también mencionó que no era necesario que le ayudaran en nada, que él se haría cargo de absolutamente todo. Eso asustó un poco a Eileen, pero no iba a discutir con el hombre pues nadie lo detenía cuando se trataba de su ahijado.

Harry tardó sólo quince minutos en regresar a la habitación con Azriel en sus brazos. El niño parecía molesto pero en realidad no a tal punto de comenzar a llorar. Eileen rió entre dientes y se puso de pie cuando Harry dejó a su hijo en la cama.

—Ensuciaste tu traje —le dijo la chica mientras acomodaba el cuello de la camisa y la corbata.

Harry sonrió.

—Azriel encontró las pinturas acrílicas de Lily y aparentemente aprendió cómo se abren los frascos.

Eileen dejó un suave beso en la mejilla de Harry y con un rápido encantamiento limpió la mancha de pintura azul y amarilla de la camisa blanca. Azriel sollozo, exigiendo la atención de su madre y fue cuando la chica tomó el bonito conjunto de ropa y se acercó a cambiarlo mientras Harry terminaba de arreglarse.

El niño dejó salir una larga risa cuando su madre dejó su completa atención en él y se dejó cambiar tranquilamente. Con Harry daba un poco más de pelea y el hombre tardaba poco más de veinte minutos en poder cambiarlo correctamente. Se notaba la preferencia que tenía por su madre.

Cuando Eileen terminó de vestirlo, se encargó de cepillar su cabello que ya había crecido bastante y casi llegaba a sus hombros. El niño se dejó ser atendido por su madre y Harry sólo pudo suspirar rendido.

Tan pronto como el niño estuvo listo, Eileen lo cargó en sus brazos. Ya era mucho más pesado, pero aún tenía la fuerza suficiente para llevarlo por algunas horas en sus brazos. Harry terminó de abrochar su zapato y se acercó con una sonrisa. Dejó un rápido beso en los labios de la chica y uno más en la cabeza de su hijo. Esta vez, el niño dejó salir una risa.

Los tres estaban listos y fue cuando decidieron que era hora de irse.

La casa de Fabian tenía un bonito jardín trasero. Muy grande y muy bien cuidado. Para la ocasión, lo habían adornado muy bonito y tanto Harry como Eileen se sorprendieron un poco. No esperaban una celebración en grande, sólo algo pequeño igual que los dos años anteriores, pero Fabian realmente no tenía límites cuando se trataba de ese niño.

Eileen no quería imaginar qué hubiera pasado si hubiera sido una niña en lugar de un niño. Probablemente, si hubiera sido una niña, tendría a Fabian envuelto en su dedo meñique y el hombre la adoraría incluso más.

Fabian se movía de un lado a otro afinando algunos detalles pero se detuvo en cuanto vio a la familia Potter. Se acercó con una gran sonrisa y fue el pequeño traidor de Azriel quien estiró los brazos en dirección a su padrino. El rubio dejó salir una risa antes de cargarlo y saludar a los otros dos. El niño parecía estar muy cómodo en los brazos de su padrino. No lo podían culpar, Fabian lo consentía demasiado.