14

6.7K 801 316
                                    

┉┅━━━━━━━━━━━┅┉

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

┉┅━━━━━━━━━━━┅┉

La primera vez que Ginny vio a Eileen sintió... celos. Ella era tan bonita y amable, además era increíblemente agradable y no tenía por qué sentirse de esa manera. Ella ya salía con alguien más y lo que hiciera su ex esposo, no era de su incumbencia. Él era libre de volver a hacer su vida justo como ella lo había hecho. Y Ginny sabía perfectamente que había tenido una actitud muy pesada con aquella chica pero muy en el fondo fue algo que no pudo evitar.

Le gustaba saber que trataba bien a sus hijos, ella nunca dejaría que nadie los tratara mal pero seguía sintiendo esa pequeña oleada de celos cuando la miraba. No quería ser grosera o algo por el estilo pero no podía resistir el sentimiento cuando estaba cerca de ella. Sabía que debía disculparse con la chica o al menos no matarla con la mirada cada que se encontraban. A pesar de todo, Eileen nunca dejó de ser amable y se sentía culpable de hacerla huir cada que se encontraban.

Además, ella sólo era compañera de trabajo de Harry. No era nada más que compañeros pero conocía muy bien a Harry Potter y era más que evidente que el hombre tenía sentimientos por la chica. Estuvo casada con él poco más de nueve años y lo conocía desde que tenía diez años, sabía exactamente lo que pasaba por su cabeza.

Ginny deseaba auténticamente que Harry encontrara la felicidad con alguien más, él lo merecía más que nadie en el mundo y pensaba que era un completo tonto por no dar el siguiente paso con Eileen. No la odiaba o algo por el estilo, simplemente, no había tenido la oportunidad de no ser tan... grosera.

Pero ya había planeado algo. Invitaría a Harry y Eileen a cenar a su casa para que conocieran a Elliot. Los niños la pasarían con sus abuelos y tendrían toda la noche para hablar tranquilamente.

Sólo debía tener cuidado de no hacer el ambiente incómodo. Pero lo cierto es que Ginny no tenía ni idea de todo lo que había sucedido. Habían pasado dos semanas desde que Eileen cuidó a los niños y ahora la pelirroja caminaba por los conocidos pasillos del ministerio para invitar a Harry y Eileen a cenar. Era viernes y la invitación era para el sábado.

Cuando Ginny llegó al piso de aurores, se dirigió a la oficina de Harry, donde llamó un par de veces con suavidad y abrió luego de que le cedieron el paso. Allí estaba Potter, solo que esta vez lucía más cansado y fatigado, la última vez que lo vio irradiaba felicidad por los poros y ahora mismo incluso daba pena. El hombre sonrió de lado y se dejó caer en la silla al ver a su ex esposa.

—Ginny, me alegra verte. ¿Está todo bien? ¿Los niños están bien?

Ella frunció el ceño y se sentó en la silla frente al escritorio.

—Yo debería preguntarte eso —negó preocupada— luces muy mal. ¿Qué ocurrió? Los niños están de maravilla.

Potter se quitó las gafas y presionó el puente de su nariz con sus dedos. Enseguida liberó una gran cantidad de aire y miró a la pelirroja frente a él. 

Accidentally in love ⇝ Harry J. Potter ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora