Capitulo 4

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No sabía dónde estaba pero podía sentir claramente un delicioso olor a menta y chocolate que le hacía temblar las piernas, una respiración en la nuca así como un par de manos deslizándose por su vientre con dirección a su pecho, justo cuando esas manos traviesas llegan a sus pezones siente claramente como lamen su cuello, se gira para enfrentarlo y lo reciben un par de finos y dulces labios, se sienten a menta mezclada con licor, poco a poco se embriaga aún más con el sabor de su saliva, una mano recorre su espalda y la otra juega con sus nalgas, justo cuando un dedo travieso roza su ya muy húmeda entrada...

¡¡BIB BIB!! ¡¡BIB BIB!!

Al abrir los ojos lo primero que ve es el techo de su apartamento, al tiempo que a tientas apaga el despertador, tenía tiempo que no soñaba y menos con ese tipo, no había visto su rostro pero valla que a su cuerpo le causó una gran impresión, con solo soñarlo siente una gran humedad en su zona baja, no definitivamente no es por el recuerdo de ese tipo, mmm eso de seguro es por su celo que está por llegar.

Después de levantarse y tomar su dosis de supresores, darse un merecido baño y preparar su desayuno, reviso su teléfono, ¡Increíble! Hoy se cumplía una semana desde que había sacado de su vida al imbécil de Mo y ese idiota ni siquiera lo había notado así debería de estar embelesado con su "lindi sicritirii" ¡Jumm!... Bueno mejor para el, así se ahorraba dramas innecesarios.

Cómo siempre al entrar el edificio lo primero que nota son las malditas miradas de lastima, esas que dicen "pobrecito" si realmente se hubieran compadecido de mi me hubieran dicho algo bola de idiotas, primero deberían ocuparse de su vida antes de andar fijándose en la de los demás, al parecer será otro día aburrido aunque a la hora del almuerzo comprobaría que de aburrido no tendría nada el día.

-M.- ¡Jian Cheng! ¿Se puede saber porque demonios no puedo acceder a las cuentas?

-JC.- ¿Porque tendría usted sr. Mo qué tener acceso a mis cuentas de banco?

-M.- ¿Que demonios? Deja de de jugar y dime porque mis tarjetas no sirven ayer fui a comer y pase una gran vergüenza porque cancelaste la tarjeta

-JC.- La respuesta es muy sencilla señor, el dinero de esas cuentas es mío y lo que yo decida hacer con mi dinero no le incumbe... Ahora que si tanto le preocupa la falta de dinero le aconsejaría cuidar más sus gastos o mejor aún buscarse a otro que este dispuesto a solventar sus gastos porque yo no pienso dar ni un centavo más por un usted ¿Le quedó claro?

-M.- Eres una perra ¿Quien te crees para hablarme de esa manera? ¡Estás muy equivocado si piensas que por hacerte el favor de salir contigo voy a soportar que me trates así!

-JC.- Ja no me hagas reír ni siquiera te as dado cuenta que hace más de una semana ya no eres nadie para mí... ¿Favor? ¡Yo no necesito ningún favor tuyo! Por mi puedes lárgate con quien te de la gana simplemente deja de joder mis cuentas bancarias.

-M.- Claro, ahora lo entiendo todo esto lo haces por Mimi ¿Verdad?, Ella si es una buena compañía y me entiende no como tú qué ni siquiera sabe lo que es ser un buen omega

-JC.- ¿Que se supone hace un buen omega? ¿Acaso piensas que solo sirvo para abrirte las piernas?

-M.- Tu lo as dicho pero la verdad es que tú ni para eso sirves

Cómo si algo hubiera hecho click en la cabeza de Jian Cheng este solo dió dos pasos en dirección hacia Mo con la sonrisa mas fría y una mirada tan cruel que hizo congelar en su lugar a todos quienes la vieron, estos solo pudieron salir de ese trance cuando escucharon un crack proveniente de las pelotas de Mo XuanYu justo el lugar donde segundos antes había impactado la pierna de Jian Cheng... Si todos los varones presentes se encogieron incluso a las mujeres les dolió una porte que no tienen, fue poco para describir el impacto de aquella escena, cabe mencionar que el grito y la caída al suelo sosteniendo esa parte "vital" asta hace unos momentos vital de Mo fue algo a lo su querido hermano llamaría épica

verdadero amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora