Ha sido mencionado antes,
¿por qué hacerlo de nuevo?,
quizá porque en mí se tatuó,
son dos recuerdos, se repitió.
Noche, querida y gran noche,
se trata de mi en un reproche,
lluvia, feroz y torrencial lluvia,
puedo verlos en la penumbra.
Lluvia veloz y noche tranquila,
me embriagaron como tequila,
ambas sin poder ser descritas,
han venido nada más de visita.
Este corazón no soporta más,
y todo lo azul que se ha vuelto,
sé que es porque ellos no están,
ni él, ni el otro él, ni nadie más.
Todo lo que me queda es dolor,
noches siendo demasiado frías,
primavera carece de compañía,
en mi memoria, ellos cantarían.
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Mon beau catire
PoesíaEl sol reina en el cielo, hojas verdosas danzan en la brisa. Emprendo un recorrido a través de una ciudad desconocida y montañas llenas de recuerdos invisibles. El invierno terminó y, a raíz del caos que ocurrió en éste, florecieron diversas emocion...
