la hija de un narco [TERMINADA]

capítulo 24

1 semana después...

  T/N.  

Me encontraba en el comedor comiendo junto a mi padre , a mi hermano y a Devan.

Había un silencio incómodo en el gran comedor de nuestra casa.

Mi hermano estaba jugando a pinchar con el tenedor un guisante de su plato pensativo mientras que yo  solo comía en silencio y Devan nos miraba de reojo.

—Papa...— dijo mi hermano aunque luego vi que se arrepintió

—Dime hijo— contesto mi padre metido aún en su teléfono

Adrián me observó unos segundos y respiro, luego me sonrió y se volvió hacia mi padre

—T/N está saliendo con un chico—

Abrí mis ojos como platos y en ese momento quería matarlo

Mi padre dejo el teléfono en la mesa y me miro de tal manera que me revolvió todo por dentro.

—¿Quien es?— pregunto con un tono serio

—Se llama Jean— dijo mi hermano

—No se de quién me hablas, ¿De quien es hijo?—

—No papá, él no está metido en este mundo, es un chico de la universidad—

—¿¡QUE!?—

—Si papá pero le conozco y es bueno y sé que le hace bien a T/N yo confío en él—

—No le habréis contado nada—

—Si lo hicimos— dijo mi hermano

—¿Como podéis ser tan tontos? Y tu T/N confiaba en ti—

Se veía muy enfadado y me miraba con decepción lo cual me causaba un dolor en el pecho impresionante

—Papá ella no tiene la culpa, T/N no le quería decir nada yo le dije que no pasaba nada que se lo contará, porque sé que Jean no va a hacer nada con esa información y mi hermana es feliz con el—

—Y como estás tan seguro ¿eh? Eres un idiota, Ese chico tendría que saber nada, os puse en esa universidad con la confianza de que no hicierais nada para perjudicarnos y eso es lo primero que hacéis—

Mi hermano se levantó de su asiento enfadado y muy seguro de sí mismo mientras que a mí me temblaban las piernas debajo de la mesa

—Nosotros tenemos derecho a tener una vida normal porque nosotros no tenemos la culpa de que seas un delincuente y voy a hacer lo que sea por ver a mi hermana feliz porque se lo merece  después de lo que pasó por tu culpa —

Mi padre se levantó aún más enfadado que antes estaba rojo del enfado

—Como te atreves a hablarle así a tu padre, yo te di todo— Saco su pistola del bolsillo y le apuntó —Y yo te lo puedo quitar—

—¡NO! Papá no lo hagas— me puse delante de mi hermano y sentí mis lágrimas correr por mis mejillas

—T/N sal porfavor— dijo mi hermano agarrándome de la mano

—No quiero— me giré hacia él y le abracé fuertemente

—¿T/N donde vive ese hijo de puta?— me preguntó mi padre

—No te lo voy a decir—

—T/N no puede seguir vivo lo voy a encontrar—

—¡NO!— Grite mientras seguía llorando