Barbara

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La competencia era estúpida. Eso había dicho cuando Kate le pregunto sobre eso, pero una pequeña parte de si estaba curiosa de saber lo que pasaba. Y sin pensarlo cito a Bruce a almorzar en un puesto de hamburguesas.

—¿a qué se debe la comida? — pregunto serio como siempre.

—eres demasiado serio, ¿no puedo citarte a comer, sin tener una razón por detrás? — pregunto con voz berrinchuda, pero al ver la mirada inquisidora del hombre bufo. —siempre piensas lo peor.

—es mi trabajo— alzo los hombros con desinterés, la chica chasqueo la lengua.

—si quisiera algo, te llevaría a un restaurante caro.

—tu salario no puede pagar un restaurante caro— se burló, la chica lo miro con enfado.

—disculpa que no cague oro como usted señor millonario, príncipe de Gotham— siguió vociferando, pero aún no alzaba tanto la voz como para hacer una escena, —si quieres que te lleve a un restaurante caro súbeme la mesada.

—la mesada debe darte tu padre, no yo— comía su hamburguesa con tranquilidad aun escuchando los lamentos de la pelirroja.

—con razón Lucius Fox se queja de que eres un dictador— lloriqueo, pero como veía que Bruce no se inmutaba siguió actuando hasta que le bajo una lagrima, quiso reír cuando noto el cuerpo del hombre tensarse y escuchar un resoplo.

—bien, te subiré la mesa— saco un esfero y anoto el precio en una servilleta, la chica quiso burlarse de la escena de película hasta que vio el número.

—¡Esto tiene dos ceros más que el salario del alcalde!

—si te hace sentir bien, fue la mesada inicial de Damian— la chica quiso decir algo, pero el hombre ya se estaba levantando y pagando la cuenta. —no llegues tarde a tus compromisos y Barbara...— la chica lo vio aun sujetando con fuerza la servilleta.

—esos dos ceros más es para mí invitación al restaurante, tengo gustos refinados— se burló y salió del local, escuchando a lo lejos lo avaro que era. 

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Batman tiene preferencias....

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