I'm not a perfect person - KiriBaku

03 - ¿Podrías darnos un momento? a solas, por favor

Hola, y primero que nada Feliz navidad.

Salgan si es que les gusta, arreglense si tienen ganas, lloren, coman, tomen o no hagan nada de eso; solo pásenla como les guste<3. Ahora sí, les dejo con el capitulo.

Kirishima Eijiro.

Sí, sé que debí quedarme. Sé que debí quedarme cuando vi su mirada de confusión y frustración al ver que yo no estaba jugando. Y, sobre todo, se que no debí irme porque le dolió que haya preferido irme con Tetsutetsu en vez de quedarme con él. Porque aunque no lo demuestre, para su suerte ─o desgracia─ lo conocía demaciado bien como para saber cuando algo le afecta.

Pero es que.. no lo sé. Después de que me haya ignorado durante casi toda una semana no podía pretender que me quedase como si nada de eso hubiera pasado ¡y encima aceptar que me pidiese que me alejara de Tetsutetsu!.

Sabe muy bien que me gusta desde.. ¡desde siempre! No puede pedirme algo como eso. Después de que tanto tiempo detrás de ese chico de pelo platinado al fin se había fijado en mi, no podía desperdiciar una oportunidad como esa.

Pero al recordar su cara antes de darme la vuelta e irme.. No. Basta Eijirō.

─Eiji, cariño, la puerta ─me grito mi madre desde la cocina. Le había pedido que me avisara si alguien llamaba a la casa.

No puede ser. No puede ser. No puede ser. ¡En serio esta pasando! ¡Él! Él chico que me gusta desde quinto grado, esta afuera de mi casa, esperando a que baje para irnos a una cita. Debo estar soñando, aunque si es un sueño juren nunca levantarme.

Okay, respira Eijirō, respira.

Bien ¡hagamos esto!.

Baje las escaleras de dos en dos lo más rápido que pude directo a la puerta para abrirle al amor de mi vida. Pero alguien se me atravesó en el camino, y ese alguien era mi madre.

─Oh, no.

─Oh, sí. ¡Quiero ver a ese chico, Eiji! Por favor, soy tú madre ─acuso al ver que yo no pensaba dejarla salir conmigo─. Oh, vamos, quiero ver quién cómo es la persona que trae a mi hijo hecho un saco de nervios.

Suspiré.

─Bien.. ¡pero nada de avergonzarme!.

─Esta bien ─asintió, emocionada. Parecía una niña feliz porque le iban a comprar un dulce.

Al abrir a puerta me quede sin aire. ¿Qué se supone que..?

No estaba Tetsutetsu, bueno, sí, pero no solo.

¡Katsuki estaba a su lado! Y ninguno de los dos parecía muy contento con la presencia del otro.

Me tome unos segundos para mirarlos de pie a cabeza. Tetsu llevaba un buzo color lila con unos shorts blancos y unas zapatillas del mismo color. Joder, ¿cómo puede ser taan lindo?.

Katuski, por su parte, iba vestido igual que hoy al medio día: una campera gris abierta con una remera negra debajo y unos jeans rotos con unas botas de cuero.

Whao, sus personalidades si que son diferentes la una de la otra.

Pero hubo algo en Bakugō que llamó mi atención. Tenía los ojos ¿hinchados? Sí, definitivamente, estaban hinchados y algo rojizos. ¿Acaso él..?

─Kats, hola hijo ¿cómo estás? ─preguntó mi madre, alegre, sin parecer darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor.

─Bien, señora Touka ¿todo bien usted?.

Pude distinguir una gota de superioridad en su voz cuando notó que Tetsutetsu lo miraba de reojo con recelo. En serio no entiendo nada.

─Muy bien, hijo ─sonrió y esta vez miro al platinado─. Mucho gusto, soy la madre de Eiji.

El le devolvió el saludo con una sonrisa aún más radiante y sincera.

─El gusto es mio, señora. Mi nombre es Tetsutetsu.

─Oh, lo sé, Eiji me ha hablando de ti.

No puede ser.

─¡Mamá! ─me quejé, avergonzado, fue lo primero que dije que no hiciera y lo primero que hizo.

Pero Tetsu no pareció ofendido, es más, sonrió orgulloso y vi como miro de reojo a Katsuki con ¿superioridad?.

─Am.. mamá, ¿podrías darnos un momento? A solas ─aclaré─, por favor.

Y, gracias a los dioses, me hizo caso. Salí de mi casa cerrando la puerta a mi espalda quedando, ahora si, frente a los dos chicos a solas.

Jugué con mis manos algo incómodo antes de levantar la mirada y suspirar.

─¿Qué es lo que.. qué es lo que hacen aquí? ─pregunté confuso haciendo que los dos se mirasen entre sí con un claro odio en sus caras─ quiero decir.. am.. sé que Tetsutetsu vendría por mi, pero..

─Eso es cierto, ¿qué haces aquí, Katsuki?

Okay, ahora fue mi turno de fruncir el entrecejo. ¿Acaba de llamarlo Katsuki? Confirmé que si cuando veo los hombros del nombrado tensarse.

─Eso no te incumbe, idiota ─se quejó, molesto.

─Pues acabas de venir por Eijirō sabiendo que hoy saldría conmigo, así que.. sí, me incumbe.

Bakugō frunció aún más su expresión ─si es que eso es posible─ y pude notar como lo analizaba con la mirada. Y lo conocía tan bien que eso solo podía significar una cosa: estaba viendo dónde golpearlo.

Yo solo pude mirar al peliplateado. El tono que está usando cuando habla con Katsuki era tan.. inusual en él. Pareciera como si quisiera provocar a Bakugō.

─Vine a hablar con mi mejor amigo.

─Oh, claro, con tu mejor amigo, es obvio.

Okay, ¿acaba de ser irónico? no puedo entender nada y eso no me gusta ni un poco, en lo absoluto. Aunque creo que tampoco se que tanto me gustaría saber que es lo que pasa. Estuve apunto de hablar cuando el rubio se giro hacia mi y dijo:

─Dijiste que hablaríamos más tarde, así que ¿podemos hablar? ─dijo, esta vez mirándome a mi, tratando de ignorar al chico a su lado.

Si antes estaba perdido, ahora lo estaba más. Bakugō me acaba de preguntar si podemos hablar en vez de llevarme a alguna parte a decirme todo lo que tiene para decir, hasta incluso acaba de usar su tono amable y respetuoso al hacerlo.

─Am.. yo..

─No. Obvio que no puede. ¿Qué no entiendes que va a salir conmigo?.

─Pero..

─¿Y tú no puedes callarte? Le acabo de hablar a Eijirō, no a ti.

─Bakugō..

─Te estas comportando como un completo egoísta e idiota. Te dije que saldría conmigo, ¿qué acaso no lo ves cambiado y preparado para irse? obviamente no hablará contigo.

Suspiré. ¿Qué nadie va a dejarme terminar una oración?.

─Pues bien, preguntemosle qué es lo que el quiere hacer.

¿Qué?

─Bien.

─Bien.

Ambos se dieron vuelta mirándome. Yo trague saliva, nervioso, aunque la verdad sentía la garganta bastante seca. Las manos me transpiraban un poco. ¿Hace más calor o soy yo?.

Me aclare la garganta antes de hablar:

─¿Qué?