I'm not a perfect person - KiriBaku

10 - Quedaras mejor que Madona y Lady Gaga juntas.

Kirishima Eijirō.

Después de ver como Katsuki se iba a su habitación prácticamente corriendo, obviamente herido, me sentí la peor persona del mundo. Me sentí como el peor mejor amigo del mundo. Solté todas esas palabras la otra vez sin pensar en lo que le podía afectar.

Estúpido Kirishima.

Whoa, es sorprendente triste que esas dos palabras estén en mi mente tan frecuentemente.

Bueno, no nos vayamos de tema. ¡Soy la peor persona del mundo! ¡Herí a Bakugō, mi mejor amigo!.

Y aunque no tenía planeado volver a mi casa, salí de la casa Bakugō. Cuando estaba en la puerta escuché un grito desde el piso de arriba y pude distinguir el ruido de barias latas chocando contra algo.

─Espero y poder arreglar esto.. ─suspiré. E iba a hacerlo, solo que primero debía resolver algunas cosas.

─Y.. ¿Estas de veras, de veras, de veritas seguro en querer hacer esto?.

─Ya, Kami, no lo asustes. ¡No es nada! Yo también me teñí el pelo y me queda espectacular, solo ve el hermoso rosa que logre conseguir.

─Y tampoco te vendría mal probar otro color.. ─murmuró el rubio a mi lado.

─Oi, déjala que solo quiere animar a Eijirō a hacer lo que vinimos a hacer ─lo regaño Sero─. Anda, Ei, se valiente y entra ¿sí?.

─¡Eso! ¿No dijiste que querías cambiar por completo? ¿Qué mejor manera de lograr eso que cambiar todo tu estilo? Además, tienes la suerte de tener junto a ti a la mejor chica con gustos en moda.

─¡¿Ah sí?! ¿A QUIÉN?.

Okay, tal vez no debí preguntar eso.

─A mí, idiota ─gruñó, golpeandome en la nuca─. Ahora entremos que no hay nada que temer, que los que nos atenderán son los mejores de la ciudad.

Y sin dejarme responder fui arrastrado por mis tres amigos dentro la peluquería. Y una sola cosa: whao. Simplemente whao.

Las paredes eran de un color blanco con varios vinilos y cd pegados en ellas, también algunas partes estaban pintadas con distintas temáticas, en algunas partes había aliens, en otras girasoles, y así.
El techo estaba todo cubierto por un enorme y gran espejo el cual no tenía ninguna marca de nada. Había luces led pegadas en los bordes del espejo y estaban prendidas de un color verde claro.

Apenas en la entrada había en cada esquina algunos sillones blancos y otros negros bastante modernos rodeando una mesa redonda de madera oscura con un florero con girasoles ─creo que adivinamos sus flores favoritas─ y, lo mejor de todo, había una biblioteca moderadamente grande llena de libros con un tocadiscos al lado.

A unos pasos de todo eso, cada medio metro, a los lados del salón, había una especie de escritorio blanco con unas sillas ─las cuales se veían muy cómodas─ del mismo color con un acolchado de pelitos visiblemente suaves.

Se podían ver secadores, tijeras, peines, pinceles y muchos cajones en los muebles. En el medio de la sala estaba una chica mirandonos, o mejor dicho mirando a Mina, con un gran sonrisa.

─¡No puede ser! ¡¡MOMO!!.

─Hola Ashi, tanto tiempo sin verte ─sonrió la tal Momo.

Era algo alta, su pelo era negro lacio, vestía unos jeans rojos y un suéter blanco. Usaba lentes, se veía bastante linda.

─¿Viniste a retocarte el color? ─esta vez se enfoco más más su cabello─. Yo lo veo bien, ¿o es que quieres un nuevo corte?.

─No, no ─negó feliz─, amo demaciado como tu novia dejo mi pelo ¡es una bomba!. Esta vez traje a un amigo, Ei, ven aquí.

Y como si no se hubiera dado cuenta de la existencia de mis dos amigos y mía volteó en dirección a nosotros mirandonos de arriba abajo, como examinando qué hacernos.

─¿Querías hacerte algo? Es que tu pelo se ve muy bonito ─comentó haciendo un puchero con sus labios.

─Oh, sí, es que quiero un cambio. Quiero un nuevo Eijirō y Mina dijo que no había mejor forma de empezar que haciéndome un cambio físico. Pero no tengo nada en mente, pensaba dejarlo a elección de ustedes.

─Oh.. a Kyoka le encantará escuchar eso.

─¡¿A qué si? Por eso lo traje aqui!

No estoy entendiendo nada. ¿Quién es Kyoka y por qué le va a encantar saber que puede hacer lo que quiera con mi pelo? #miedo.

─Oh, el es Sero, mi novio, y mi mejor amigo Kami pero a el ya lo conoces.

─Un placer ─los saludo─. ¿Todo bien con el rayo, Kami?.

─Oh, sí, está genial.

Después de hablar un poco más, un lugar se desocupo así que Mina me corrió a sentarme allí apesar de que había gente esperando aún. Y creo que no hace falta aclarar que todos nos miraron mal por eso, pero a mi amiga ─literalmente─ rosada, no pareció importarle.

─¿Estás seguro de dejar tu pelo en mis manos? ¿En las manos de una completa desconocida? ─sí, no era yo en ese momento.

─Si lo pones así no suena tan buena idea.. pero Mina confía en ti así que yo igual. Quiero algo distinto a mi pelo negro y lacio, eso sí: me gustaría conservar el largo, si es posible.

─Okay, no lo quieres corto pero ¿puedo jugar con los colores y el peinado?

─Todo tuyo ─asentí.

Y después de eso me dieron media vuelta para no poder verme en el espejo para que ─según Mina─ sea "sorpresa". La chica, la cual se llamaba Jirō Kyoka, comenzó con mi transformación.

Y como me aburría comencé a ver como iba vestida; llevaba unos pantalones de esos grandes y sueltos pero achicados en la cintura color negro con roturas en donde mires, en la parte de arriba tenía una musculosa corta y blanca de top con una camisa estilo hawaiana color crema desprendida, su pelo era de un morado con algunas líneas raras en los costados de un color más claro.

Y después de hora y media Jirō habló:

─Bien, el color ya está ahora solo falta un peinado y ya tengo una idea pero te lo hará mi compañero ¡Aoyama, te tengo algo divertido, ven aquí!.

¿Algo divertido? ¡¿Acaso mi pelo era algo divertido?!

Ay Dioses. Ay Dioses.

Un chico bastante alto y rubio se acercó a nosotros a paso elegante. Era una d-i-v-a.

─Ay por-.. ¿Qué haremos? ─preguntó muy emocionado.

─Nuestro ciente no debe saber que hacemos. Es un cambio de look sorpresa ─guiño el ojo.

─Así es. Y ya tengo una idea en mente, ven ─y así los dos estilistas se alejaron unos dos pasos y comenzaron a susurrarse cosas, hasta que el rubio se acercó y hablo.

─Juro que quedaras mejor que Madona y Lady Gaga juntas. Lo juro por mi amor incondicional a los quesos.

Que gente más rara..