06 - Uf, lo que eran esas piernas

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Kirishima Eijirō.

Malditos Bakugō y Tetsutetsu. ¡No he podido ni mirar la serie tranquilo por su culpa! No dejo de pensar en lo raro que se comportaron.

Es que, a ver, fue muy raro ver a Blasty tensarse casa vez que Tetsutetsu habría la boca para decir algo ¿Bakugō Katsuki nervioso? Ja, sí claro.
¡Y ni hablar de Tetsutetsu! ¿Qué se supone que era esa actitud de superioridad? Admito qué eso me descolocó un poco.

Estaba muy diferente al chico que yo conocía. El normalmente era dulce, atento, divertido. Pero ayer, no lo sé, era como una versión opuesta al Tetsutetsu de siempre.

Aléjate de el.

Otra vez. La voz de Bakugō no ha salido de mi mente. Es como si tuviera un mini Katsuki en mi cabeza que me responde las cosas que digo.

─Tal vez ya me estoy volviendo loco..

Cada vez que recuerdo la "discusión" que tuvimos en el parque no puedo olvidar su mirada, no puedo olvidar su voz algo desesperada pidiéndome alejarme del pelipleateado. Parecía que en serio le afectaba que me juntara con él, pero ¿por qué?.

¿Por qué se comportaron así?.

Actuaban como si.. como si se conocieran.

Suspiré, cerrando el portátil, ya se me habian pasado las ganas de ver la serie. No podía concentrarme. Tenía una horrible sensación con todo esto.

Ninguno de los dos me había hablado después de la que paso aunque tampoco se si me hubiera gustado que lo hagan. Las gotas de lluvia bajaban por mi ventana haciendo que fuese complicado ver el exterior.

─Si tan solo me explicaran..─ Susurre para mi, no me gustaba estar así.

Esta semana sin Bakugō se me había hecho horriblemente larga, me sentía incompleto, como si me faltara algo. Nunca habíamos estado tan alejados el uno del otro. Bueno, dejando de lado el verano en el que lo mandaron a un campamento, no nos alejabamos para nada.

Todavía recuerdo ese verano. Antes de que terminaran las clases, y cuando aún estaba ciegamente enamorado de Kev, Blasty había empezado a comportarse de manera más fría conmigo, ya no nos veíamos todos los días como antes y había comenzado a meterse en más peleas. Estaba imparable, y ésto a su mamá no le gustó ─y tampoco a la mía─ así que ella decidió anotarlo en un campamento militar apenas comenzó diciembre.

Durante esos tres meses habíamos dejado de hablar, perdí todo contacto con él. Pero por lo que me dijo Mitsuki era normal, ya que apenas el primer día les sacaron los teléfonos a todos los chicos para que "no se distraigan" y si querían hablar con alguien solo lo podían hacer por el teléfono de cable que había en el campamento y solo podían hacer una llamada cada dos semanas.

Pobres chicos, se supone que era un campamento, no una cárcel. Aunque para ser un campamento militar estaba bien ¿verdad?.

Como sea, al principio me dolió bastante que no me eligiera a mi para hacer esa llamada cada dos semanas pero cuando Masaru me dijo que aveces tampoco los llamaba a ellos supuse que era algo normal en Katsuki. Tal vez estaba enojado conmigo por algo y yo no sabía, esos meses había sido muy difícil seguirle el ritmo a Bakugō, ¡hasta para mi, que era quien lo entendía siempre!.

La cosa es que después de esos tres ─y muy aburridos─ meses, Katsuki volvió. Y.. whao, si que los hacían ejercitarse allá. Apenas llego las chicas ya andaban babeando por el, y no las culpo, sus rasgos se habían vuelto más maduros, tenía la mirada más fría que le daba un aire malote pero sexy, los brazos se le marcaban debajo de las remeras que usaba y las piernas ─uf, lo que eran esas piernas─ me había sorprendido a mi mismo repasandolo con la mirada descaradamente cuando el no me veía.

O yo pensaba que no me veía, ojalá que no. Pero no vino solo, no. Unos días después de su llegada, un chico pelipleateado, de metro ochenta, se había mudado justo en la esquina de nuestra cuadra llamado Tetsutetsu Tetsutetsu, sí, vaya nombre.

Al parecer se conocían porque los veía juntos, apenas su familia se mudo a nuestra calle los Bakugō's fueron a ayudarlos con la mudanza, y como no, yo también.

Es que ¡con tremendo chico quién no iría a ayudar!. Y cuando lo tuve fente a mi, ay dioses, no puedo explicarles lo que sentí cuando lo vi pero lo que si sé es que los dioses tienen a sus preferidos. Ese chico de pelo metálico y dientes puntiagudos..

─Eiji.. mi vida, ¿estás bien?─ Escuche hablar a mi madre a través de la puerta. ─¿Quieres que veamos las películas de Rocky juntos?.

Y ahí, después de todo, sonreí. Mi mamá siempre sabía como animarme..

─Mejor cocinemos algo─ Propuse abriendo la puerta, mi mamá estaba apoyada en la pared frente a mi habitación. Lucía aliviada de verme salir de mi cueva.

─Pues a la cocina, ¿qué te apatece? unas pizzas, hamburguesas, pastel de papa, lasaña o, tal vez, carne al horno.

Reí por su entusiasmo, mi madre tenía una debilidad por la cocina y en verdad cocinaba muy rico.

─Carne al horno me parece bien─ Sonreí. ─Voy preparando el horno.

─¡Genial!─ Nos pusimos los delantales y nos lavamos las manos ─Oh, olvidé decirte. Hoy viene tu padre a comer con su familia, se amable ¿sí?

Hoy vamos de mal a peor..

─Hey, cariño, sé que esto es incomido y créeme que no te haría pasar por esto pero es tu padre, y se está comportando, además, quiere que conozcas más a Lío.

Ah, sí, Lío. El nuevo hijo de mi padre. Tiene otros dos además de mi, el más grande tiene mi edad y Lío esta por cumplir los seis, y, según mi padre, el me adora.

─Pues entonces saldré a comprar para hacer una ensalada─ Dije forzando una sonrisa. ─En diez vuelvo, adiós ma.

Y después de haberle dado un beso a mi madre salí por la puerta hacia el supermercado. Agradecí demiaciado al viento fresco que me daba en la cara, en realidad estaba casi seguro de que teníamos lo necesario para poder hacer una ensalada sencilla pero necesitaba salir y relajarme un poco.

Joder.. será una larga noche..

I'm not a perfect person - KiriBakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora