15 | Mike

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El día que mi madre se fue mi vida dio un giro inesperado y no para bien. Tenía 14 años cuando la vi bajar con sus maletas y con Flor en sus brazos, la pequeña escondía su cabeza en el cuello de nuestra madre mientras detrás de ellas venía mi padre apresurado

Yo veo todo desde la sala, sin saber qué hacer ni decir. Mi madre lloraba enojada por la traición que mi padre hizo y él solo le gritaba con más rabia echándole la culpa a ella de todo

Como si ella fuera culpable del engaño que él hizo

Me acerqué a ambos notando a mi hermana menor moverse incomoda y como hermano protector quise tomarla y esconderla en mis brazos pero mi padre intervino en mi camisa

— ¿a dónde crees que vas? — gritó en mi cara

No le prestaba atención a él sino a mi hermana quien temblaba en los brazos de mi madre

La mujer que me dio vida miró a asustada al ahora ex-esposo y se acercó para alejarlo de mi al ver como él tomaba mi quijada y la apretaba

— Mírame cuando te hablo — habló entre dientes

Al escuchar los pasos de mi madre se dio la vuelta y de la nada, no sé cómo explicarlo pues no vi de dónde la sacó apuntó a la mujer con el arma

— No te acerques — amenazó

Él no apuntaba a mi madre sino a mi pequeña hermana quien comenzaba a llorar en los brazos de nuestra madre

— Cillian... — ya ella no lloraba con enojo sino con súplica.

Suplicaba que bajara el arma y que terminaran esta discusión

Sin embargo, el rió con sorna y apuntó más el arma a la pequeña

Mi enojo incremento tomando al gran hombre por sus hombros y empujándolo hacia el suelo

Traté de huir con mi madre y mi hermana juro que traté pero él era más fuerte que yo

Y prefiero que me lastime a mi a que lo haga con las mujeres que más amo

Me tomó por la parte de atrás de mi cuello tirándome contra la pared

Miré a mi madre quien solo miraba y lloraba, gritaba que me dejara.

La vi acercase y en realidad no se como pero con las únicas fuerzas que sentía para protegerlas a ambas grité

— ¡no! ¡Vete! — ella dudó. Se quedó allí — por favor, vete — cerré los ojos y cuando los abrí ya ella no estaba

Desde ese entonces viví con ese hombre que pensé que conocía, con la mujer que se supone que odie pues fue ella que rompió a mi familia, sin embargo, ella también cayó en una trampa pues mi  padre le susurró tantas promesas y amor que al final la enamoró sin saber en donde se metía

Perdí contacto con mi madre y hermana y cada día vivía con una sola meta

Salir de este pueblo e ir en busca de ellas

Hasta que la conocí.

Quisiera decir que la conocí porque nos chocamos en el pasillo de la escuela o algo parecido, sin embargo, fue por otra razón, y una muy oscura y por la que oro todos los días que no ella no sepa

2 meses después

Me levanté de golpe al volver a tener la pesadilla de todas las noches.

Me respiración era tan agitada que me dolía. Estaba sudado y la camisa se pegaba a mi espalda al igual que mis rizos lo hacían en mi frente

Me senté en la cama sintiendo en la planta de mis pies el frío del suelo.

Respiro buscando liberarme de los pensamientos y miré a la ventana notando que el sol estaba por salir

Con cuidado caminé a mi armario buscando ropa cómoda y mi abrigo más cálido

Tomé las llaves de la camioneta y salí hacia el primer piso

— ¿a dónde vas? — preguntó la voz ronca de mi padre evitando que diera un paso más hacia la puerta

Me giré y lo vi sentando en el comedor con una taza de café en su mano derecha

Me miraba serio, sin expresión, como si fuera un desconocido

— voy a donde Olivia — dejó su taza en la mesa y se levantó dirigiéndose hacia mi

Tenía su uniforme de oficial y su arma en la cintura atrayendo recueros de aquel día

Se posicionó delante de mi con una mirada intimidante y sus manos en su cintura habló — ¿por qué pasas tiempo con esa niña? — preguntó con desagrado

Apreté mis labios evitando decir algo que lo enojase y en murmuro hablé — Es mi novia — confesé — los novios salen a citas —

Levantó una ceja y tomó nuevamente mi quijada dándole un fuerte apretón — No te hagas el listo conmigo, no me hagas darte uno de esos — comentó refiriéndose al moretón de mi mejilla

Me lo dio la noche anterior al tratar de ayudar a mi madrastra. El hombre la tenía atrapada entre él y la pared mientras tenía una de sus manos en el cuello y la mujer lloraba y suplicaba pero él estaba determinado a eliminarla

No me viene ninguna razón de por qué la discusión

Me alejé de él y con mi rostro serio y mostrándole que no me intimidaba hablé — Adiós, te veo en la noche —

Antes de irme me detuvo su voz — Como alguien se entere de lo sucedido sabré que fuiste tú y créeme que no me importara ir detrás de ti y asesinarte junto a tu noviecita— amenazó

Apreté mis manos en puño y con enojo salí de esa casa.

ᴍɪᴋᴇ, ꜱᴏʟᴏ ᴍɪᴋᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora