ᴍɪᴋᴇ, ꜱᴏʟᴏ ᴍɪᴋᴇ

21 | el regalo

—Mi vida ha sido una montaña rusa. Empieza desde arriba para luego ir a bajo cuando mi hermano falleció luego se levanta cuando Mike llega a mi vida para luego terminar volviendo a bajo cuando supe toda la verdad pero una cosa me di cuenta y es que nunca, de los nunca permanece arriba

Había regresado a casa hace dos días y no había tocado la estación. Lamentablemente, el padre de Mike no ha aparecido, mi madre no ha salido de la habitación y mi padre tiene una rutina: de casa al trabajo, del trabajo a la estación y de la estación a casa

Bajo hacia la cocina encontrándome a mi padre allí. Luego que se supo que Mike tuvo que ver en el accidente mi padre no ha querido hablarme ni mirarme

— Papá — lo llamé suave aunque en el silencio que sonó fuerte provocando que mi padre se asustara

Sin mirarme me saludó— Buenos días — caminé a la nevera con el sentimiento de girarme y entablar una conversación con él

Tomó unos momentos para que él hablara — Olivia —

Lo miré mientras me sentaba en la mesa delante de él

Paseó su mano por su cara dando un suspiro — Escuché ambas declaraciones de Mike — confesó — y no sé qué pensar —

Mi padre y yo éramos cercanos pero no tanto para que él hablara sus pensamientos

Asentí entendiéndolo pues así me sentía yo los primeros días

— Yo le creo — luego de días de tener una lucha mental conmigo misma las palabras salieron por si solas y sí, le creía — Mike, no sería capaz de hacer algo así he huir— comenté tratando de convencerlo de que Mike era un buen chico

— Eso no ayuda en nada — murmuró aunque sabía muy bien que en realidad se estaba doblando para el lado donde Mike era inocente— sin embargo, confío en ti y te creo porque fuiste tú quien lo conoció a profundidad y porque eres mi hija. Pero tu madre va a ser mucho más difícil— fue lo último que dijo para luego levantarse e irse

Luego de ver como mi padre subía las escaleras mi mirada se enfocó en la caja que se encontraba sobre el gabinete de la cocina, estaba un poco arrugada y ahí me acordé que era el regalo que Mike me ha ha traído para mi cumpleaños

Me bajé de la silla y me encaminé al objeto. Con delicadeza lo abrí encontrándome primero con una pequeña tarjeta

Para la chica que se convirtió en luz en mi vida, la que me dio otra razón para vivir.

Para mi amor, Livi

Debajo de esta carta habían varías fotos de todos los viajes que hicimos solos o con sus amigos.

Los recuerdos se pasearon en mi cabeza provocando que sonriera nostálgica

Dejé a un lado las fotos viendo que había un sobre grande. Lo abrí y de allí saqué un documento

Arriba tenía el nombre de: Certificado de la Estrella. 

Más abajo tenía más información sobre las coordenadas y número de registro. El día que se compró y el nombre que llevaba la estrella

Olivia Williams su estrella ha sido nombrada como: Erik

— Quisiera tener una estrella — hablé

— ¿es uno de tus deseos? — preguntó

Asentí — Erik y yo siempre hablamos de tener una estrella, sobre el nombre que le pondríamos —

El recuerdo de cuando le mencioné a Mike que deseaba una estrella se paseó en mi mente y lloré.

Porque a pesar de que era un chico perdido y roto siempre quiso lo mejor para todos, nos amó y nos hizo reír... me dio lo imposible

Había una carta con el certificado la abrí leyendo las pocas palabras con un gran significado para mi

Y es porque te amo tanto que te doy esta estrella con el nombre de tu hermano para cuando te sientas sola o triste mires al mar de estrellas sobre tu cabeza y recuerdes que Erik brilla para ti

Me arrodillé sobre el suelo abrazando la carta en mi pecho dejando que las lágrimas salieran y los sentimientos se volvieran un remolino sin detenimiento