𝐌𝐞 𝐄𝐧𝐬𝐞𝐧̃𝐚𝐬𝐭𝐞...

12.𝐒𝐨𝐧𝐫𝐢𝐬𝐚 𝐫𝐚𝐝𝐢𝐚𝐧𝐭𝐞

Narra Cinco

-Dariana -la llame- quiero platicar contigo sobre... una chica.

-Una chica -sonrió emocionada- sabia que este momento llegaría, anda, suéltalo amigo, soy toda oídos.

Se acomodo en su banca mientras me miraba atentamente.

-Me gusta Kendall -confesé- me gusta nuestra amiga Kendall.

-¿Ou era eso? -pregunto sin importancia?

-Ammm si, era eso -conteste confundido por su reacción- ¿acaso tu ya sabias lo de ayer?

-Pero claro que lo sabia Cinco, Kendall y yo somos intimas, nos decimos todo -dijo mientras se sentaba a mi lado- te ayudare a conquistarla.

-¿Ayudar a conquistarla? ósea que ella no gusta de mi.

Joder, la única mujer en el mundo que me cautivo no gustaba de mi, no era su agrado, era otro mas a su lista de chicos besados.

Por que si, Dariana y Kendall tienen una libreta donde anotan a todas sus "victimas", son unas locas.

-Cinco, aunque tu a ella le gustes tienes que conquistarla, no seas conformista amigo, aunque fuera tu esposa tienes que conquistarla todos los días -explico-.

-La verdad no soy muy bueno en esto de relaciones amorosas, Kendall seria la primera chica en mi vida, claro, luego de mis hermanas y mi madre.

-Y yo también tonto, whatever, a Kendall no le gustan las flores, bueno si pero no le gusta que le regalen ramos de flores, piensa que esta mal cortar las flores que al cabo de unas horas se mueren -bufo-.

-Si bueno, opino lo mismo, las flores artificiales son mejores, pueden durar un año bajo el sol y sin despintarse -opine-.

-Come de todo, le encanta el chocolate y todo dulce picante, casi a todo le pone salsa sazonadora y limón.

-Si bueno, cuando vi los limones en su mochila me di cuenta de lo ultimo -ambos reímos-.

-Ya se! podrías invitarla a salir este fin de semana, los dejare solitos en la hora de descanso para que hablen de sus cositas -alzo una ceja pícaramente-.

-Agh, solo platicaremos Dariana no empieces -rode los ojos-.

Y al hacer aquel gesto, pude mirar a Kendall entrando al aula, ella camino directo a nuestra banca y me saludo como si nada hubiera pasado ayer.

-Holii chicos lindos -sonrió-

-Hola ami ¿Qué tal tu mañana? -pregunto Dariana-.

-Horrible -exclamo- mi hermana derramo su biberón en mi, no estaba bien cerrado y tuve que buscar rápidamente otro atuendo para la escuela.

-Te vez bien hoy, la falda entablada y el chaleco te van bien -alague sin expresión alguna en mi cara-.

-¿Verdad que si? encontré el chaleco en una tienda en lineal y lo compre, recuerda a ti cada que lo veo, tu siempre llevas chaleco -me sonrio tierna-.

No pude contestarle, el enojo de hace unos minutos había desaparecido, esa sonrisa tan bonita que tiene ¿Quién podría enojarse con ella?

-Ok el chaleco esta bonito, pero esos zapatos, amiga están para morir, son bellísimos.

-Lo see, al momento que los vi, dije que serian míos y después de rogarle a mi padre pues mira, aquí están.

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Hola bellas

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