𝐌𝐞 𝐄𝐧𝐬𝐞𝐧̃𝐚𝐬𝐭𝐞...

03. 𝐕𝐢𝐞𝐣𝐨𝐬 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨𝐬

- Y bueno, este es tu casillero, que casualmente esta a unos metros del mío -señaló mi nuevo casillero y el suyo-. 

- Genial, podremos tener una plática mañanera sobre pinta uñas, peinados, ropa escotada y minifaldas -comenté sarcástico mientras abría mi locker-. 

- Agh ¿Por qué eres así? yo solo quiero ser amigable contigo pero tu no te prestas.

- ¿A que te refieres? -pregunte sin rodeos-.

- Podríamos ser buenos amigos, si tu, dejaras tu amargura y seriedad... no es fácil hacer amigos en esta escuela he, de una vez te digo- 

- No vengo para hacer amigos, no estamos en el kinder. 

- Como sea, guarda tus cosas y seguiremos con el recorrido -bufo y se recargo en los casilleros alado del mío-. 

(...) 

- Ahora iremos a clases y luego de esta hora viene el almuerzo.

- Según este horario, en 10 minutos me toca biología -dije mirando el horario-. 

- Ya lo se, ¿recuerdas que somos compañeros de curso? -pregunto obvia-. 

- Bien, ¿podrías presentarme con alguien listo y aplicado? para pedirle sus apuntes 

- Yo puedo prestarte mis apuntes, el que no sea lista en calculo no me hace una idiota -rápidamente tapo su boca con su mano-.

¿Pero que carajos?

- Bien, préstame tus apuntes niña prodigio -respondí ignorando su acción-.

- El maestro de biología es muy genial, aunque también estricto en cuanto a los exámenes, trabajos y exposiciones -cambio de tema mientras caminábamos rumbo al aula-.

- Kendall Moore o debería llamarte señorita olvidos -hablaron a nuestras espaldas-. 

Rápidamente nos dimos la vuelta, encontrándonos con un chico castaño ruloso, piel blanca, ojos miel, delgado y medio alto.

- Juro, juro que se me olvido avisarte que no podría ir... lo siento mucho. es que mi abuela enfermo y tuvimos que ir de emergencia al hospital y... -hablaba hasta que fue interrumpida-. 

- No te preocupes bonita, entiendo, ¿talvez en otra ocasión? -pregunto coqueto tomando la mano de Kendall-. 

Yo solo miraba la escena, como si de una película de comedia se tratase, era obvio que ella estaba mintiendo, su abuela NO esta enferma.

- Tal vez... si mis padres me dan permiso, y hablamos luego porque tengo que llevar al chico nuevo a clases -dijo para luego dar media vuelta y seguir caminado-. 

Cuando ya estábamos a una distancia razonable de aquel chico, decidí hablar.

- ¿Que tiene tu abuela Kendall?, digo, sino es indiscreción -pregunte inocente-. 

- Ammm... bueno... a ella le duelen las... rodillas y la... parte baja... de su... ¿espalda? -contesto nerviosa-. 

Rei ante su intento de querer engañarme. 

- Dime la verdad, ¿Por que dejaste plantado al chico? 

- Yo no lo deje plantado, se me olvido ir a esa estúpida cita -hablo mientras miraba al frente-. 

- Por Dios niña, esta mas que claro que tu lo dejaste plantado -reí-. 

- ¿Tu que sabes señor sabiondo? -respondió de mala gana-.

- Te escuche platicando con esa chica, el sábado fuiste con tu madre a comprar macetas, llegaste a tu casa y acomodaste tu jardín, terminaste y fuiste a ver una película -reí al ver su cara de asombro-. 

- ¿Sabes que, escuchar conversaciones ajenas es de muy mal gusto?, pero si, yo no quería salir con el y me quede cuidando mi jardín.

- Gritan al hablar, todo el mundo escucha sus platicas ¿Por que no quieres salir con el? 

- Porque es un patán, su intento de coqueteo no funciona conmigo... ósea, esta bien que tenga unas fama de zorra pero no por eso me meteré con cualquiera. 

- ¿Fama de zorra? -pregunte levantando una ceja mientras la veía divertido-. 

Entre atrás de ella al salon de clases que no estaba lleno, pues los demás alumnos aun no llegaban, camine por el corto pasillo en medio de las mesas con las miradas de los pocos alumnos en mi. 

Al llegar a la última fila vi a Kendall ya sentada allí, mientras miraba su teléfono.

- Si, si aceptas ser mi compañero de banco te cuento todo -señaló la silla de lado suyo-.

- Acepto solo porque no conozco a nadie mas -dije para luego sentarme a su lado-. 

- Como quieras, tu te pierdes de un buena historia -dijo para volver a su teléfono-.  

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Hola bellas 

Tercer capitulo de esta bonita historia. 

Aprovecho para agradecer a todas aquellas que leen "Romance en el apocalipsis" y también comenzaron a leer esta historia. 

No olviden votas si les gusto el capitulo y comenten. 

Las quiero

Bye