𝐌𝐞 𝐄𝐧𝐬𝐞𝐧̃𝐚𝐬𝐭𝐞...

23. 𝐀𝐛𝐫𝐮𝐦𝐚𝐫

𝐔𝐋𝐓𝐈𝐌𝐎𝐒 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎𝐒

Narra Kendall

Hoy por la tarde Cinco vendría a mi casa para conocer a mi familia mientras devoramos una deliciosa cena que mi madre junto con las señoras del servicio cocinaron.

Me arregle para la ocasión, un lindo vestido blanco, unas zapatillas negras con tacón cuadrado pequeño, mi cabello lo ondule un poco para que se viera natural y adorne con pequeñas pinzas de mariposas.

Un poco de maquillaje para que se viera natural y justo termine de colocarme brillo labial cuando llamaron a mi puerta avisando que mi novio había llegado.

Tome mi teléfono y baje las escaleras corriendo, llegué a él y me lance a abrazarlo para luego llenarlo de besos.

Estaba tan emocionada y contenta que no me importo si mis padres o abuelos me miraban.

El se veía tan jodidamente guapo que tuve que contener las ganas de guiarlo hacia mi pieza y jugar un poco.

Cuando parte de mi familia y mi novio estuvieron frente a frente mis nervios se encendieron, yo realmente quería que tanto Cinco como ellos se agradarán pues si esta relación va enserio se tendría que ver las caras muy continuamente.

Luego de la presentación comenzaron a platicar sobre temas aleatorios, yo solo escuchaba y reía por las barbaridades que contaban.

Cuando avisaron que la mesa estaba lista todos comenzaron a dirigirse hacia el comedor, yo y Cinco nos quedamos atrás pues quería preguntarle algunas cosas

-Te vez hermosa -alago mientras caminábamos lentamente hacia el comedor con nuestros brazos entrelazadas-.

-Gracias aunque, tu igual te vez hermoso -susurre coqueta-.

-Hermoso -susurro solo para el- nadie nunca me había dicho hermoso.

Contó y me miró a los ojos, yo solo alce los hombros y sonreí.

-¿Hasta que hora te dieron permiso? -cambié de tema-.

-No me dieron una hora, mis hermanos me dijeron que les llamara cuando quisiera irme para que ellos me vinieran a traer.

-Amor mis primos y yo te llevaremos a tu casa ya dijo mi abuelo, no queremos molestar a tus hermanos.

-No es necesario linda y ... -lo interrumpi-.

-Deja que mis primos y yo te llevemos, no quiero separarme de ti -lo mire suplicante-.

-Como negarte a ti algo mi reina -susurro tierno-.

Entramos al comedor y ya todos comenzaban a tomar asiento en sus respectivos lugares, yo jale la silla a mi novia y ella tomo asiento seguido de un gracias.

Sonreí y pose a un lado de ella, sentí rozar su mano con la tela de mi pantalón, buscaba mi mano y al encontrarla la tomo y apretó.

La comida se veía exquisita, todo un delicioso banquete y este momento me hizo recordar a mi niñez, cuando mis hermanos junto con mi padre nos sentamos en el gran y hermoso comedor para devorar los alimentos.

-Espero la comida sea de su agrado -hablo la madre de mi novia o debería llamarla suegra?-.

-Si lo hizo la mejor chef del mundo claro que nos encantará -respondió mi ¿suegro?-.

-Tu madre es chef? -susurre discretamente a mi novia-.

-No pero le gusta demasiado la cocina -contesto de igual forma-.

-Cinco -me llamo mi suegro- tu eres el invitado de honor así que danos el permiso de comenzar a consumir los alimentos cuando tú gustes.

Jamás había visto algo así, que el invitado diera de la orden para comenzar a consumir los alimentos, creo que es una construmbre de familia.

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