⚞ 𝐌𝐲 𝐭𝐢𝐧𝐲('𝐬) ⚟ ➥Ruwifargetta

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— El universo me odia — declaró el albino dejando caer su cabeza en la mesa del comedor — Tiene que ser esa la razón del porqué no tengo mi tiny, es que no encuentro otra explicación lógica para ser el único que no tenga uno —

— El universo no te odia Willy, pueden haber muchas otras razones del porqué todavía no tienes a tu tiny — dijo Kristina dejando pequeñas caricias en su cabeza en un intento de animarlo.

— Nop, definitivamente el universo te odia y por eso no te da tu tiny, yo tampoco se lo daría a un chino feo y dramático — dijo Mónica, la tiny de Kristina haciendo que el albino levantará la cabeza para ver la sonrisa malvada y la mirada llena de superioridad de la pelinegra.

— ¡Mónica! — dijo la castaña levantado a su tiny con una mano y ponerlo frente a ella — ¡Eso fue muy grosero! ¡Disculpate! —

La pelinegra cruzo sus bracitos molesta y murmuró algo antes de darse vuelta hacia Willy y mirarlo con el ceño fruncido.

— Perdón por lo que dije ¿feliz? — dijo de mala gana viendo de reojo a la castaña esperando que esa "disculpa" fuera suficiente.

— ¿Cómo es que este pequeño... gremlin malhumorado y grosero es tu alma gemela? — dijo el albino ignorado la "disculpa" de la pelinegra y viendo directamente a su amiga.

— ¿¡Cómo que gremlin!? ¡Ven aquí que te voy a partir tu madre! — dijo la pelinegra buscado bajar de la mano de Kristina mientras está sonreía nerviosa y encogía los hombros como respuesta mientras metía a Mónica en un pequeño bolsillo en su camisa.

El albino soltó un suspiro antes de dejar caer su cabeza en la mesa nuevamente con la mirada fija en el jugo de naranja que había comprado como si este le fuera a dar las respuestas que buscaba.

— Por fin los encuentro — exclamó Alexa que se veía algo cansada sentandose al lado de Willy — Los estaba llamado hace rato y ninguno me coge las llamadas, para que se compran un móvil si lo van a andar en silencio, es completamente ilógico y... ¿Por qué Willy se ve como si quisiera morir si vamos iniciando semestre? — dijo señalando al albino que simplemente se dio vuelta para verla, pero sin levantar la cabeza de la mesa.

— ¿Otra vez está mal por que todavía no tiene a su tiny? — pregunta la tiny de Alexa, Nieves, asomándose desde el bolso de la castaña.

— Sip, ya no aguanto sus lloros — contestó Mónica.

— Otra vez con ese tema, tal vez todavía no estás listo para cuidar un tiny y por eso todavía no te llega — dijo Alexa cansada de que ese fuera el tema principal de todas sus conversaciones últimamente.

— Por favor, si te llegó a ti, a la que se le olvida comer, dormir e ir al baño por estar haciendo otras cosas yo estoy más que calificado para cuidar a mi tiny — dijo ganándose un golpe de Alexa y escuchando una pequeña risa de Nieves.

— Igual de nada te sirve quejarte, no es como si eso fuera a hacer que te den a tu tiny — dijo Alexa intentado desviar el tema de sus malos hábitos.

— No, pero hasta que tenga mi tiny ustedes van a seguir escuchando mis dramas, no sufriré solo — condenó viendo la expresión exagerada del tiny de Kristina que se escondió en el bolsillo donde estaba y escuchando la pequeña risa que soltaron Alexa y su tiny.

— Dichoso Lolito que está de viaje y no tiene que escucharte — dijo Alexa dándole un mordisco a su sándwich.

— Con tantos viajes que hace hasta me dieron ganas de dejar contabilidad y pasarme a turismo — dijo Kristina en broma comiendo una de sus galletas.

— Ya somos dos — le siguió Willy por fin poniéndole atención a su almuerzo.

Se quedaron hablando un poco más hasta que la campana volvió a sonar indicando que el tiempo para almorzar había acabado y que su próxima clase empezaba en breve.