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— ¿Cuántas clases me faltan? — dijo Rubius haciendo bolita el papel donde venía el sandwich que se había comido hace poco, para botarlo después.

— No se, yo con costó me se mi horario menos me voy a saber el tuyo — dijo el de lentes guardando el coso donde había traído su almuerzo.

— Estoy muy cansado como para sacar mi teléfono, no tengo fuerzas — dijo mientras se apoyaba en el hombro de Nieves y la chica le daba unas palmaditas en la cabeza mientras reía un poco por lo perezosos que podía ser su amigo hasta que su mano se posó en la frente de este.

— ¡Estás hirviendo! — exclamó sorprendida la pelirrojo colocándose frente al teñido para terminar de tomarle la temperatura.

— Yo creo que es que tú tienes la mano muy fría — dijo con los ojos cerrados arrecostandose en la mano de la pelirroja.

Mangel se acerco a ellos con una expresión preocupada colocando su mano en la frente de Rubius frunciendo el ceño al percatarse de que efectivamente tenía temperatura.

— Será mejor que te saltes las clases que te quedan hoy, estás ardiendo — dijo Mangel algo molesto por lo irresponsabilidad que podía llegar a ser su amigo.

— Es solo una calentura leve, además estoy seguro que tengo que terminar algo en mi siguiente clase — dijo apartando lentamente las manos de su cara para y levantarse, pero al instante sintió como todo le daba vueltas.

— ¡Rub! ¿Estás bien? Casi te das de cara contra el suelo — dijo Alex, que acabada de llegar, sujetandolo del brazo para que pudiera apoyarse.

— Sí, solo me mareé un poco — dijo sujetando el hombro de Alex para no caerse y llevando una mano a su frente dándose cuenta de que si tenía más fiebre que en la mañana.

— ¿Qué le pasa a Rub? — preguntó el azabache viendo a Nieves y Mangel.

— El muy idiota vino a clases con calentura — dijo Mangel levantándose y tomando sus cosas del suelo.

— Seguro que se enfermó porque volvió a dormir con la ventana abierta de su cuarto — dijo Nieves levantándose también y ayúdanos a Alex a sostener al teñido.

— No es mi culpa, ayer hacia mucho calor, además me tome algo en la mañana así que estoy bien — se excusó dejando que la pelirroja y el azabache lo llevarán a una banca acercaba para que se sentará.

— Rub, estás ardiendo en fiebre y no puedes levantarte sin marearte — dijo Mangel con seriedad.

— Pero quiero recibir mis clases — se quejó haciéndo un puchero y arrecostandose en el hombro de Nieves.

— ¡Ya cállate y hazle caso a mí niña, pelos de erizo! — gritó una vocecita que provenía del bolsillo del de lentes.

— Buenas tarde para ti también Lolito — dijo Rubius con un tono ofendido.

— Lolito tiene razón, deberías descansar antes de que algo malo te pase — le siguió el tiny de Alex que asomaba la cabeza desde la mochila del azabache.

— ¿Todos se pusieron de acuerdo para regañarme? Alexa ve a defenderme por favor — dijo levantándose del hombro de Nieves para buscar a la pequeña castaña.

— No la traje conmigo hoy, esta castigada por quedarse toda la noche viendo Netflix y no durmió nada — dijo la pelirroja frunciendo el ceño al recordad el momento cuando se despertó y vio a su tiny pegada en la computadora con dos grandes ojeras adornado su rostro.

— De todos modos la opinión de Alexa no cuenta — dijo Lolito cruzando los brazos.

— Bueno bueno, iré a descansar, después le dijo a Akane que me diga que hicieron hoy — dijo dándose por vencido con el tema y levantándose para irse, pero un nuevo mareo hizo que se volviera a sentar.

⚞ 𝐌𝐲 𝐭𝐢𝐧𝐲('𝐬) ⚟ ➥Ruwifargetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora