Capitulo 8. Sin lactosa

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A la mañana siguiente Hugo se despierta y al abrir los ojos recuerda que, en la misma habitación, a su lado tiene a Eva, a la chica con la que lleva un mes rondando su cabeza y no es capaz de sacarla de ahí.

Quiere sorprender la, porque ayer la vio muy mal y quiere verla bien y que este más alegre. Por lo que se baja a la cocina y prepara una cafetera y un par de tostadas con tomate y aguacate, cuando lo tiene todo listo, sube de nuevo a la habitación y allí continúa durmiendo Eva, le da pena despertarla, pero y son las diez y media de la mañana ya.

Se acerca de nuevo a la cama y empieza acariciarle el brazo

- Hugo: buenos días Eva, es hora de despertarse

Eva se remueve un poco y poco a poco abre los ojos, al abrir los ojos le sale una pequeña sonría, la cual rápidamente la quita.

- Eva: ¿dónde estoy? ¿Hugo que haces en mi habitación? ¿Como sabes mi dirección?

- Hugo: no estas en tu casa, estás en la mía, anoche ambos salimos de fiesta por separado, una vez fui al baño, te encontré en el pasillo de los baños agachada echa una bola y llorando. Me acerque haber que pasaba, y cuando vi que eras tu me preocupe mucho, me dijiste que no querías estar allí dentro, salimos para que pudieras respirar a la calle, y me contaste lo que te había echo Dani. Sin pensármelo te ofrecí otro plan y aceptaste. (Lo mira extrañada por lo ultimo) Te lleve a recorrer las calles de la ciudad en mi coche y después te lleve a un mirador donde se ve toda la ciudad. Ya era tarde me pediste de regresar a casa, pero tenías miedo de que fuera Dani, y me pediste de quedarte conmigo y te dije que si.

- Eva: ¿hemos hecho algo?

- Hugo: tranquila que no hemos hecho nada. Estas en mi cama, porque al rato de dormirnos, tuviste una pesadilla y no podías dormir, así que te viniste conmigo a mi cama, lo único que hemos hecho ha sido dormir abrazados, porque estabas nerviosa en la cama, me acerque a ti, te abrace y te quedaste más tranquila

- Eva: gracias por cuidarme

- Hugo: no las des.

Eva se incorpora

- Eva: ¿dónde está mi ropa? Me cambio y me voy a mi casa

- Hugo: tranquila, tu ropa está en la habitación que te había dejado para dormir, y de mi casa no te vas hasta que no desayunes

- Eva: gracias por ofrecer me un desayuno, pero ya desayunaré en mi casa.

- Hugo: que pena porque el desayuno ya esta preparado

- Eva: vale, entonces desayunare aquí por las molestias.

Hugo le sonríe y ambos bajan a la cocina donde había preparado el desayuno en la mesa.

Eva ve lo que hay en la mesa y le rujen las tripas.

- Eva: no tenías que haberte molestado

- Hugo: yo también tengo que desayunar, no me importa hacerte a ti también. ¿Quieres café o café con leche?

- Eva: ¿la leche es normal?

- Hugo: si

- Eva: soy intolerante a la lactosa, si pruebo un sorbo de esa leche, puedo acabar muy mal.

- Hugo: lo siento no lo sabia. Ahora me lo apunto para la próxima vez que vengas a mi casa

Eva lo mira de la mala forma tras lo que ha dicho porque si es por ella no quiere que haya próxima vez.

Terminan de desayunar y deciden que van a pasar el día juntos, ambos se cambian y Hugo la acerca hasta su casa, para recoger un poco de ropa y así pasar el día juntos.

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