𝐀𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢𝐚 - 𝐕𝐢𝐧𝐧𝐢𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐤𝐞𝐫

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 18

—Alex...

Hablé en un susurro mientras lo miraba, él seguía ahí, solo mirándome, sin decir nada o sin moverse.
Con aquella sonrisa que se iba desvaneciendo me acerque a él, creí que haría lo mismo pero no, aun seguía inmóvil.

Sus ojos se veían cansados, de hecho debajo de ellos había unas ojeras bastante notorias, su cabello siempre estaba bien peinado y ahora no, estaba más largo y desordenado. Era mi imaginación o también se veía más delgado.

—¿Qué pasa?— cuestioné estando solo a unos centímetros de él.

Después de un silencio, él soltó una larga respiración, —Eso debería de preguntarlo yo, ¿no crees?— dijo en un tono seco, distante.

—Lo siento...

Me disculpé, no sabía ni siquiera el porque me disculpaba pero tenía la necesidad de disculparme.

—¿Por que te disculpas?

—No lo sé, solo yo...— no encontraba las palabras, ni siquiera sabía por donde empezar, como carajo me explicaré, para empezar, ¿tengo que explicar algo?

—Dos meses...— dijo él, su mirada sobre la mía, ahora podía notar cierta tristeza en ella —dos meses y ni siquiera una sola llamada— se me hizo un nudo en la garganta, me había olvidado de eso —tus padres me dijeron que hablaste con ellos y que después lo harías conmigo, esa noche esperé y esperé.— pausó —nunca llamaste.

Mis ojos se cristalizaron, el apartó la mirada viendo a la entrada del restaurante —Esa noche, después de que saliste por esa puerta, te olvidaste por completo de mí— soltó una risa irónica —lo curioso es que cuando desapareciste yo te tenía aun más presente en mi cabeza, no supe a donde fuiste, pensé lo peor, me culpé por haberte dejado ir...

—Alex yo...

Él me hizo un gesto para que lo dejara continuar, —y ahora te pregunto, ¿Qué haces aquí?— su tono de voz cambió radicalmente, era serio.

—Lo siento, de verdad lo siento, no sabía lo que podía causar— pause limpiando un par de lágrimas sobre mis mejillas —intenté llamarte después, pero mi móvil se descompuso, de verdad lo siento.

No quería que el me odiara, es mi mejor amigo.

Baje la cabeza dejando que las lágrimas salieran por si solas, siempre me había permitido llorar frente a él, esta vez no sería la excepción.

No estaba segura de que fuera el mejor momento, tal vez el estaba algo dolido, y con justificación, debió pensar lo peor y ni siquiera me digne a llamarlo.
Limpié mis lágrimas para luego girarme y comenzar a caminar hasta la salida, pero su voz detrás de mi me hizo detenerme.

—Alice...

No me dió tiempo de girar puesto que sus brazos rodearon mi cuerpo en un abrazo, colocó su barbilla en mi hombro y susurro, —Yo también te extrañé.

Sonreí como una estúpida ante sus palabras, me giré entre sus brazos  quedando frente a él, nos miramos y luego lo abrace con fuerza.
No sé cuanto tiempo nos quedamos así, pero no quería separarme, quería congelar el tiempo y quedarme así.

Pero como siempre, nada de eso es posible.

El ruido de la puerta abriéndose me hizo separarme de él, me giré para mirar la puerta y solté un pequeño suspiro.

—¿Alice?— preguntó en cuanto me vió, el gerente del restaurante estaba parado justo a unos pasos de mi, —vaya, no pensé verte de nuevo.

Hablaba como si me hubiera ido por años —bueno, pero aquí estoy.