Otro intento [Bajifuyu]

7. Desde un principio

Kazutora le preparó una taza de té a Chifuyu mientras se sentaba a su lado en el sofá, no había parado de llorar desde que se había despertado y el chico no sabía bien, bien que hacer.

- Lo siento por darte este susto Tora, no sé porque me sentía muy cansado cuando iba a por las pizzas y lo último que recuerdo era un flash de luz y el frio asfalto contra mi cuerpo.

- Si, los médicos te hicieron pruebas y al parecer te intoxicaste mientras limpiabas la tienda. Hubo muchos factores implicados en el accidente que podrían haber resultado fatales pero chico, te ha mirado un santo, te salvaste de todas. – rio el chico mientras le golpeaba levemente la espalda. – Si querías pillarte una semana de vacaciones lo podrías haber dicho y ya no tenías que montarte toda esta parafernalia.

- Dios, es verdad, la tienda, soy lo peor. Habrás tenido mucha faena estos días ¿verdad?

- Ni te preocupes. – Kazutora negó con la cabeza. - Los días que estuviste en el hospital cerrábamos antes, todos los clientes habituales entendieron que mientras estabas en el hospital teníamos que estar a tu lado. Tu madre también echó una mano, para sacar la tienda adelante esos días, es una mujer de armas tomar ¿eh? Intentaba encasquetar una mascota a todas las familias que entraban en la tienda. Si no enseñó ochenta fotos de Peke J diciendo que era lo segundo mejor que habías traído a su casa no enseñó ninguna.

- Si, si lo es. – Chifuyu sonrió al imaginar a su madre ya mayor, presumiendo del gato que al principio no quería, pero acabo consintiendo como si fuera su nieto. – Siento a ver causado tantas molestias, prometo ponerme bien cuanto antes para volver a ayudarte con la tienda, sé que puede ser muy agobiante.

- No te preocupes podemos apañarnos solos de momento, pero en cuanto vuelvas nos deberás una cena de empresa en condiciones y unas vacaciones.

- ¿Acaso sigue ayudándote mi madre? ¿Por qué hablas en plural?

- No, tu madre solo vino a ayudarnos los primeros días, si por ella fuera se habría quedado, pero ya sabes, trabajar con su suegra no es algo que le apasione a nadie. – Chifuyu abrió los ojos como platos.

- ¿Suegra? ¿Tora tú y yo estamos...?- Kazutora rompió a reír antes si quiera de que pudiera terminar la frase.

- Vaya, sí que te ha dado amnesia el golpe en la cabeza que no recuerdas ni con quien estás saliendo ¿eh? – Kazutora vió que Chifuyu seguía en estado de shock como si realmente fuera incapaz de recordar con quien estaba saliendo y decidió que podría jugar un poco. - Claro que estamos saliendo Chifuyu, llevamos varios años ¿Tengo que besarte para recordártelo?

Chifuyu empezó a hiperventilar un poco ¿Había viajado realmente al pasado? ¿Qué había cambiado tanto para que Kazutora y el estuvieran saliendo? ¿Qué había pasado con Baji? El del pelo con mechas se acercó un poco como si fuera a besar los labios de Chifuyu ¿Tenía que corresponderle? Ya había besado a su amigo antes, pero había sido de broma y ambos estaban borrachos ¿Acaso ahora es de verdad? Cerró los ojos como si fuera a dejarse besar por el, pero Kazutora giró la trayectoria le dio un beso en la mejilla y rompió a reír.

- Dios Fuyu, si necesitas reposo si, si te hubiese besado, ese idiota me hubiese dejado sin cabeza. – unas llaves abrieron la puerta de la entrada. – Hablando del rey de roma. Buenas noches, espero que no te hayas comido la cena de camino.

- ¿Por quién me tomas, cabrón? Pero como la mesa no está puesta y hayas salido antes para tocarte los huevos la tendremos. – Chifuyu sintió como el corazón le daba un vuelco, no era exactamente como la recordaba, pero no podía confundir ese tono de voz y esas expresiones. No necesitaba ver la cara para saber a quién pertenecía esa voz. - ¿Cómo está la bella durmiente? ¿Ha despertado?