VI

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La tierra de barro se desprende de su eje interno llorando en las entrañas de la muerte,

y, en el cielo, entonces se habrá formado lluvia roja que se arrima a las estrellas,

el cielo cae y gira amortiguando el infebril océano, ya triste e inerte. 

Pero los océanos ascendieron y la lluvia quedo en forma de cascadas,

las estrellas subieron al cielo y una se quedó.

Eres tu, 

Eres tu el cristal que me ensangrienta la herida y el yeso que me curte la vida,

yo la tierra que pisas y escondes.

Yo la tierra que te admira, la tierra blanca y negra que no te deja hundir.

Eres tu mi signo claro, mi diagnóstico incoherente.

Y de repente, de golpe, siendo yo tierra pasas en las noches acuchillándome con tus pies descalzos 

y curándome con dos besos.

Eres tu, y nunca otra la ala de ángel que me otorga la libertad,

nuestra libertad.

Eres tu la lluvia que recibo y me alimenta. 

Eres tu y nunca otra. 


XVIWhere stories live. Discover now