Un sábado en la tarde y yo te miro...
tengo que confesarlo a los versos,
¡Cómo no amar sus ojos fijos!Yo te miro, me pierdo en ti y te escribo,
segundo verso del poema:
¡ah! el amor,
¡ya mi vida sin ella no cobra mucho sentido.!Me pierdo en ti en el pasto, en las nubes, en mi mente.
Ahora vuelvo a creer en el amor por la forma en que te amo.
Tercer verso:
¡Como odio amar!, ¡cómo te amo.!
solo soy un pensamiento en un niño inocente.Un sábado en la tarde,
me odio y a la vez me quiero...
¡Por qué te estoy amando! No la quiero soltar de mis brazos.
Tomo de tu mano y me aseguro de no soltarte, no te quiero perder,
quedate conmigo eterna flor de campo.Siento suave el roze de tus labios,
ya los mios muertos, y con los tuyos reviviendolos,
tengo que escribirlo a los versos:
¡Cómo me hacen falta sus besos!Ya no sé como terminar la estrofa,
aquel sábado y aquella tarde fue quizá lo mejor del año,
Agrego-
No amo, es cierto, pero te amo,
Y como Neruda dijo:
"Te amo.
Sencillamente porque te amo,
yo mismo no sé por qué te amo."