Nuestro camino.

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Caminamos por la carretera en silencio, paso el dia y cuando escurecio las niñas tenian hambre y sueño, en un lado de la carretera visualizamos muchas casas o mas bien cuartos algunos habitados en los que se veian luces y en los que se oia ruido eran los jovenes amantes o lo pobres drogados que ya no recordaban ni su nombre, decidimos continuar hasta que mas adelante vimos un campo con algunas ruinas de piedra cubiertas de musgo, estaba solo y tranquilo lleno de arboles cruzamos un arco de madera bajando tres escalones yo miraba como las niñas bajaban acompañadas de Ros y cuando di unos pasos en el cesped me di cuenta de las grandes rocas desfiguradas a los lados del arco.
-¡Ros las piedras!- ella vio las piedras y lo supo igual que yo, pero era tarde, se levantaron los grandes hombres cubiertos de unas armaduras de piedra que les cubiran los brazos la espalda y la nuca dejando su pecho descubierto. Las niñas al verlos rapido corrieron a la carretera seguidas por Ros y yo las seguia pero me tropeze y uno de los hombres me agarro de la pierna y me alzo como si no pesara mas que dos kilos, forseje tratando de soltarme pero no servia, y senti el ardor en el pecho me iva a transformar. Derrepente cai al suelo desconcertada y al ver a mi alrededor Ros se avia adelantado y avia embestido de un salto y gran fuerza al hombre que me sujetaba y sali corriendo al igual que ella. Al pasar el arco de madera no nos siguieron se limitaron a vernos y a volver a su camuflaje que ahora me parecia muy visble.Gerreros de piedra seguro su tribu estaria atras de aquellos arboles.
Ros estaba agotada temi que se demayara pero no avia sido mucho esfuerzo ni mucho tiempo el que cambio solo avia incrementado su fuerza una transformacion sensilla quiza de un 20%.
Seguimos caminando un rato mas y en poco tiempo Ros ya estaba normal, vimos una casa que se veia acojedora amarilla por fuera con luz adentro, chica y con pajaros afuera enjaulados. Tocamos y nos abrio una viejecita de grandes lentes, cabellos blancos y una cara redonda y arrugada, me vio y a Ros poniendonos mala cara, pero al ver a mi hermana y a nuestra acompañanante sonrio y se compadecio de ellas.
-Pasen, les servire de comer-
Pasamos y ella se dirijio a una estufa pegada a la pared junto con una muy pequeña cocina y un refri en la esquina, las niñas, Ros y yo nos sentamos en una mesa con seis sillas que estaba separada apenas un metro de la cocina, la casaa era tan acogedora como se veia desde afuera tenia cuadros de pajaros y flores y se notava que solo vivia aqui aquella viejecita que ya avia terminado con la comida y nos sirvio un gran estofado en un solo plato para todas que nosotras comimos con tortillas duras y frias que nos acerco a la mesa mientras ella en su plato comia solo con una cuchara tranquilamente y en silencio.
Cuando acavamos de comer mi hermana se durmio en mis brazos y la otra niña en brazos de Ros, en todo el dia nunca le pregunte su, nombre y ella nunca hablo.
La viejecita las miro.
-Las pueden acostar abajo de mi cama en una manta, ustedes pueden dormir en el piso de la cocina-Le hisimos caso, era mas de lo que mereciamos.
Apago todas las luces y todas nos acostamos, yo con la esperanza de no volver a soñar con quel dia.

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