Steve miraba embelesado la escultura que su padre había comprado recientemente, tanto él como su progenitor eran aficionados al arte, por lo mismo esa escultura proveniente del siglo XVI había sido un regalo de cumpleaños para el pequeño rubio, la belleza que se presentaba ante sus ojos era tal, que hasta podía jurar que aquel hombre esculpido en la piedra le miraba con ternura.
Era una escultura que Joseph había comprado a una familia de ancianos, ambos decían que aquella escultura había pasado de generación en generación y querían dejarla en buenas manos antes de su muerte, como esta tenía un gran valor monetario por su belleza y antigüedad, el Rogers mayor decidió que sería una buena inversión, cosa en la que no se equivocó.
[...]
Los años no pasaban en vano y aquel muchacho rubio ahora era todo un hombre, sus padres habían muerto en un accidente, así que él quedó con la gran herencia y una soledad inexplicable, no iba a mentir, su corazón quemaba por no tener cerca a su padre y madre, pero cuando miro a la estatua olvidada en el patio de la gran casa, una paz sorprendente lo invadió.
Steve se acercó lentamente a la gran escultura que se alzaba ante sus ojos y la tocó con cuidado - Cuánto desearía que fueras real - susurró mirando las vestiduras antiguas que estaban talladas al pequeño cuerpo de piedra blanca.
Así pasó cerca de 4 meses en donde todos los días miraba la estatua, la tocaba deseando que fuera real y calmará ese dolor en su corazón, no quería estar solo, él no servía para vivir solo.
Un día se percató de que cierta parte de la estatua, más específicamente a los pies de esta, había mucho pasto, el cual tapaba una inscripción, pero era algo nuevo, nunca la había visto antes. Sacó el pasto y pudo visualizar las palabras en latín, gracias a sus estudios con su amiga Natasha pudo aprender un poco y lo que leyó lo dejó totalmente confundido "Ad Steve: Meus amor in aeternum manebit. (A Steve: Mi amor durará para siempre.)
Se alejó lentamente con aquellas palabras en mente y entró a la casa, sin previó aviso el viento comenzó a ser fuerte y una lluvia torrencial caía, cual cielo llorando pareciera, Steve se extraño por esto, pero no le tomó importancia, dio un último vistazo a la estatua y se fue a dormir.
[...]
Los pasos por la casa se escuchaban sin que el dueño supiera que alguien estaba dentro, las pisadas hacían crujir las escaleras y la puerta de cierta habitación se abría despacio, miró el cuerpo durmiente sobre la cama y sonrió con verdadera felicidad.
- Has tenido una buena vida - murmuró recargado en la puerta.
Se adentro a la habitación y acercó al rubio que dormía profundamente, acarició sus cabellos con suma suavidad y se asustó cuando su mano fue tomada con fuerza, el rubio tenía sus ojos abiertos y le miraba seriamente.
- ¿Quién carajos eres? - la voz ronca de Steve había hecho temblar el cuerpo del chico contrario.
- Tú pediste que fuera real - el chico levantó los hombros.
Steve se asombró y se acomodó viendo detenidamente al chico, la estatua estaba allí, viéndolo con aquellos ojos color café, con el cabello castaño y vestimentas antiguas, de repente la mente de Steve le dio pequeños recuerdos de una época en la que no había vivido, una en donde este chico lo besaba y le repetía las palabras que había leído.
- Si somos sinceros supuse que no me ibas a recordar, han pasado siglos Steve - pronunció al ver que el rubio no reaccionaba.
- Sí te recuerdo... Bueno, tengo recuerdos borrosos.
El castaño sonrió y acarició la mejilla de Steve - Eso pasa cuando tu alma reencarna y la mía queda en la estatua.
Con esas palabras Steve recordó todo...
Hace siglos ellos fueron una pareja estable, se habían amado demasiado y para demostrarselo, el castaño hizo una estatua de él para que el rubio nunca olvidará cuanto le amaba, pero a los días el castaño murió misteriosamente, dejando solo a Steve, el cual se aferraba al recuerdo de su eterno amor, pero la estatua fue robada hasta ahora, el alma de Tony había quedado en la estatua para estar cerca de Steve, pero recientemente se habían podido reencontrar.
- Tony, mi bello amor, tan hermoso y resplandeciente - se acercó a Tony besando sus labios suavemente - Quédate a mi lado.
- Ya no pertenezco a esta época, estaré en la estatua y cada noche volveré.
- No me es suficiente, llévame contigo.
- ¿Estás seguro? - preguntó abrazándose con amor.
- Completamente, déjame estar contigo como una estatua en donde estaremos juntos para siempre.
- Como siempre impredecible.
Se volvieron a besar hasta que se hizo de día, la lluvia había cesado, la casa estaba silenciosa y en el patio estaba la estatua, pero diferente, se podía ver a dos hombres abrazados y mirándose con amor eterno, con vestimentas tan antiguas como la escultura y que a pesar de todo, el amor de ambos traspasó barreras como el tiempo, porque era un tipo de amor tan puro, correspondido y muy fuerte.
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Two Weeks
Fanfiction15 escritos de diversas shipp de Marvel. - Stony - Stuckony - Spiderpool - Winteriron - Irontorch - Ironstrange - Wintergamma - Winterspider - Ironpool - Starker - Parksborn - Ironhawk - Keenker - Strange x Tony x Peter - Dark Stony Advertencia: Est...