Sangre (Dark Stony)

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Hydra no soportaba ver como en cada universo su hermoso Tony era asesinado o moría tratando de salvar el universo, le era inconcebible, había visto millones de universos y siempre se tenía que sacrificar el castaño, por lo cual decidió que ya no podía tolerar aquello, sobre todo si ese Steve Rogers, si este Capitán América lo traicionaba y cuestiona cada cosa que decía o hacía su hermoso Tony, ya no más, si era posible salvar a Tony en un solo universo lo haría y lo llevaría a su realidad, en donde ambos serían superiores y le tendría el mundo a sus pies.

[...]

Tony estaba feliz en aquella realidad a la que había llegado hace 2 meses, si bien el rostro de Hydra era igual a de quien le hizo tanto daño, su actitud era distinta y siempre cumplía sus promesas, como aquella en donde le dijo que lo haría superior y se sentía exactamente así, todo gracias a ese suero que ahora corría por sus venas.

- ¿En que piensas? - susurro Hydra besando el hombro desnudo de su castaño.

- El porque apareces ahora y no lo hiciste antes - hizo un pequeño puchero y Hydra rio levemente.

- Debía ser en un momento oportuno, pero por lo menos ahora te haré feliz eternamente.

Tony tomó el rostro de Hydra para besarlo con necesidad y amor, pero en medio de aquel beso Tony tuvo una genial idea.

- Hydra, quiero muertos a todos los que me traicionaron, los que se rieron en mi cara, a todos.

- Tráelos aquí y tendrán su merecido.

Tony sonrió y asintió, iba a utilizar una verdad encubierta, diría que quería mostrarles un mundo alternativo, pero no diría que en aquel mundo morirían con dolor y no por sus manos, sino por las del mismísimo Hydra.

[...]

La sangre pintaba el suelo del despacho de Hydra, sabía que su Tony se molestaría por la sangre que manchaba aquella alfombra que amaba, pero que aquellos cuerpos de los traidores no le importaría, claro que no, no cuando fue el mismo Tony el que los engañó y se los entregó a Hydra para que tomara cartas en el asunto, ¿Venganza? no sabía si podía llamarlo de aquella forma, pues realmente solo los quería muertos, ya no los odiaba, no cuando tenía el mundo a sus pies y podía hacer y deshacer cuando y como quisiera.

Hydra miraba los cuerpos con una sonrisa y pateaba al Steve Rogers de esa otra realidad, el Capitán América aún estaba vivo y se seguía arrastrando por el suelo para atacar.

- Pensé que mi versión de santurrón duraría más, mírate, ya ni puedes respirar - Hydra rio divertido al ver como el rubio trataba de levantarse.

- Ve... vete al... in... infierno - dijo arrastrando las palabras.

La puerta se abrió dejando ver al castaño que venía con uno de sus trajes pegados al su hermoso cuerpo, los ojos ahora azules de Tony veían la pila de cuerpos y el como Hydra pisaba el brazo del Capitán América, el cual gritaba de dolor.

- Mi preciosa alfombra, tu la vas a lavar Hydra - lo apuntó con el dedo y vio como el Capitán América lo veía sorprendido - Deberías terminar rápido con toda esta basura.

- Como ordenes mi superior - Hydra rio y fue besado por Tony.

El castaño se fue y Hydra tomó los cabellos rubios para que lo mirara a los ojos, aquellos rojos como la sangre se conectaron con los azules.

- ¿Viste a Tony? Es superior, le he entregado el mundo a sus pies, lo he hecho feliz y ni te imaginas lo feliz que lo hago en la cama acariciando su precioso cuerpo, lo cuido como tu no supiste hacerlo - le escupió en la cara y tiró su cuerpo dejándolo boca arriba - Te incrustare tu maldito escudo como lo hiciste con Tony.

Hydra tomó el escudo del Capitán América y lo levantó incrustándolo en su pecho repetidas veces hasta ver cómo la vida se esfumaba de esos ojos. Hydra sonrió y salió de su despacho pidiendo a uno se sus soldados que limpiara el desastre que había en su despacho, caminó hasta su habitación que compartía con Tony, abrió la puerta y vio a su castaño esperándolo sentado en uno de los sillones y con las piernas cruzadas.

- Capitán Hydra, venga a cobrar su premio.

Hydra trago grueso y sonrió cerrando la puerta, se lanzó encima de Tony, y eso es lo que ama más de su castaño, aquella sonrisa seductora que es solamente para él, ama todo lo que Tony le hace sentir, ama que solo él pueda tocarlo y llevarlo al éxtasis, ama sus pequeños gemidos y el susurro de los te amo que ambos sentían, porque en estos momentos, sus latidos palpitaban en el mismo ritmo.

La sangre que ambos habían derramado era una sin importancia si se tenían a ambos, sangre insignificante, pues la verdad era que estaban construyendo su imperio y dominio sobre ríos de sangre de traidores y de quienes se rieron e hicieron daño a Tony Stark, pues Tony era la única persona importante para Hydra y si por él tenía que seguir manchando sus manos, lo haría mil vece sin dudarlo ni un segundo, pues Tony Stark merecía el universo completo.

Two WeeksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora