Mi Pequeño Omega (IronTorch)

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Johnny Storm era bastante menor que Tony, se habían conocido a causa de la hermana mayor de Johnny ya que este necesitaba ayuda en algunas materias en las que Tony daba tutorías privadas, pero estas se habían salido un poco de control y ¿Cómo no? Si Johnny lo seducía y le ponía nervioso cada vez que podía, Johnny era un Omega demasiado astuto y coqueto, era el pecado hecho persona.

‐ Johnny, sabes que esto no está bien - el moreno trató de frenarlo pero eso no funcionó, su lobo rasguñaba por estar más cerca del menor y este tampoco ayudaba, ya que lo acorralaba en cualquier pared de su habitación.

‐ Sabes que quieres, ¿Por qué te reprimes? - el pequeño rubio se acercó más al cuerpo ajeno poniendo nervioso a Tony.

- Porque eres solo un niño - respondió viéndolo directamente a los ojos, con una mirada tan penetrante que podías sentir cómo era capaz de ver tu alma.

- Dejé de serlo hace mucho tiempo, tengo 16, en otro país soy mayor de edad y además soy un Omega y tu un Alfa, nada prohibido.

- Pero aquí no lo eres, sí, tienes razón con que somos de aquellas castas, pero aun así, aquí eres ilegal y no quiero ir preso por caer ante tus malditos encantos, los cuales están funcionando muy bien.

Tony se tapó la boca cuando dijo eso y soltó un gruñido de frustración ¿Qué carajos le hacía este niño para actuar como un maldito adolescente puberto?, por otro lado, Johnny estaba en un pequeño estado de shock y sonrió en grande cuando vio el pequeño sonrojo que poseían las mejillas de Tony.

- Tony...

- Olvida todo lo que dije, creo que lo mejor será decirle a tu hermana que no podré darte más clases, esto no está bien - todo aquello Tony lo decía sin mirarlo y guardando las cosas en su maletín.

Johnny tomó el brazo del mayor soltando sus feromonas, no lo dejaría irse luego de lo que dijo, no ahora que sabía que el castaño le correspondía de alguna manera.

- Tony, tranquilo... pronto seré mayor de edad.

El castaño solo negó con su cabeza y se sentó en una silla que estaba cerca en la habitación del menor.

- Jonathan, tengo muchísima más edad que tú y a pesar de que me atraes como ni te imaginas, esto no puede ser y no solo porque eres menor de edad, sino porque eres el hermano de una muy querida amiga mía.

- Ella no debería impedirnos nada, en nuestra vida.

- No quiero traicionar su confianza.

- Márcame, así nadie nos separara.

- No.

[...]

Luego de aquel día el castaño dejó de darles clases con una excusa bastante creíble, como que debía estar mucho más pendiente de la empresa de su padre y ya no podía dejarla de lado.

- Nunca te había visto así de mal Tony - dijo su colorina amiga Beta, la cual estaba sentada frente a él en la oficina de I.S.

Tony la miró mientras bebía de su whisky más caro, ella era la única que sabía sobre la atracción que sentía por el hermano de Susan Storm, Dios, se encontraba enfermo por poner sus ojos en un chiquillo de 16 años, pero su Alfa, su lobo lo quería reclamar como suyo.

- Tienes que tener en cuenta que en el amor no se manda. menos cuando encuentras a tu destinado.

- Y eso lo odio.

[...]

Johnny no entendía porque Tony lo había rechazado de aquella manera, a pesar de que el rubio es un completo casanova y muy coqueto con cuanta mujer y hombre se le pusiera al frente, nunca había sentido el corazón roto y ahora que se había enamorado de verdad, solo lograba reafirmar su teoría, el amor es una completa mierda, ningún Alfa lo había rechazado anteriormente.

- Tal vez el amor no es para mi.

- Oh tan solo debo dejar de ser un tonto y esperar dos años.

El rubio se sorprendió al escuchar aquella voz en su habitación, Tony estaba apoyado en el marco de la puerta y veía al rubio con una sonrisa sincera, esté no sabia que decir y Tony soltó un suspiro mientras sus manos estaban en sus bolsillos, caminó hasta el rubio y beso su frente.

- ¿Eres capaz de esperar 2 años para que te marque?

- ¿Qué?

- Hable con Susan, créeme que me quiere golpear, pero sabe que somos destinados, que no importa la edad, me ha permitido poder estar contigo, ser tu Alfa, pero solo te marcare cuando seas mayor.

Johnny abría y cerraba la boca, las manos de ambos temblaban, Tony le iba a decir que no debía aceptar si no quería, pero el rubio se le lanzó encima besándolo en los labios, al principio el genio se sorprendió, pero no pasó mucho para corresponderle.

- Era hablar, no comerse.

Ambos se separaron al escuchar la voz de Susan la cual los miraba con los brazos cruzados, pero con una sonrisa divertida.

- No molestes, déjame estar con mi Alfa.

En aquel momento Tony solo pudo pensar una cosa "Mi pequeño Omega"

Two WeeksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora