Apariencias (Parksborn)

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Las apariencias, las malditas apariencias que debemos guardar para con los demás, la sociedad es una mierda en estos casos, aún sigue siendo tan retrógrada y cerrada de mente, siempre debemos fingir ante los demás el amor que sentimos el uno por el otro, estoy tan cansado de no poder gritar a los cuatro vientos que tanto Peter Parker como Harry Osborn se aman, que a pesar de ser amigos por años, hubo un momento en que nos dimos cuenta que lo que de verdad sentíamos era amor, un amor tan puro como el de un hombre hacía una mujer, pero que para la sociedad estaba tan mal visto, aún si estamos en pleno siglo XXI.

Mi padre siempre me dijo que debía cuidar lo que mostraba a los demás porque nuestro apellido está en juego, pero ya no lo soporto más, siento que me ahogó.

En estos momentos estoy viendo el rostro de mi ángel y la luz de mis ojos, Peter era el ser más hermoso que podía tener a mi lado, pero lo tenía a escondidas, sabía que a él le dolía todo esto, pero se guardaba algún reclamo o molestia por hacerme bien a mi, Peter entendía el porqué de estar a escondidas, aún si su tía May sabía sobre nuestra relación, los demás no debían saber, por eso seguíamos con esta apariencia de ser solo mejores amigos, incluso ante los ojos de mi padre.

- Lo lamento tanto Peter - acaricié su rostro con las yemas de mis dedos.

Peter mantenía sus ojos cerrados mientras estábamos acostados en la cama, hace apenas unos minutos lo había vuelto a hacer mío como muchas otras veces.

- ¿Por qué Harry? - me miró con aquellos ojos que amaba con todo mi corazón.

- Por tener que estar a escondidas del mundo, por no poder ser valiente y gritar que te amo a los cuatro vientos.

Peter rio levemente y solo pude darle una débil sonrisa, el sonido de su risa era perfecto para mis oídos.

- Está bien Harry, en algún momento nuestro amor saldrá a la luz y vamos a poder estar juntos sin problema.

Acerqué a Peter a mi cuerpo y tomé su rostro besando aquellos rosados labios, la verdad es que no sabía que había hecho de bueno en mi vida para tenerlo, no era digno de él.

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