Una Mañana

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Damian escondiéndose detrás de un algo asustado Bruce (quien estaba parado al lado de la puerta que da al patio, por si necesitaba salir) para poder usarlo de escudo mientras echaba ojo a la situación.

Tim, atrás de la nevera, podía ver entre los espacios y ahí no lo golpearía nada.

Jason estaba sentado a un lado de Helena comiendo sus Hotcakes disfrutando del espectáculo que se ejercía frente a él.

Dick estaba de rodillas frente a una muy furiosa Helena, quien jalaba su cabello para que la mirara a la cara

- Vamos Helena podemos ar- arreglarlo hablando. – trato de razonar el mayor de la habitación  con algo de dolor.

- No – respondió firme la chica
- Helena, puedo conseguir otro – hablo Damian asomándose por el costado de Bruce, pero volvió se volvió a esconder cuando una de las zapatillas de la chica rozo su cabeza.

- Vamos Helena, podemos negociar esto – pidió el mayor, pero solo recibió una mirada Gélida por parte de su única niña.

- Helena, solo es un vestido, puedo cómprarte otro – pedía Dick

- Cof cof – tosió falsamente el murciélago

- Puedo comprarte otro con el dinero de Bruce – corrigió el chico en voz bajita

Algo que a esta familia le faltaba por aprender con demasía era que, no debían enfurecer nunca a Helena, hasta el punto que estaba hoy.

Damian lo aprendió a la mala, poco después que se reencontraron. El trato de tomarla por sorpresa, cuando ella bajara la guardia. Pero cuando paso derramó un jugo de frutilla en su vestido blanco.

Helena quería matarlo, por poco y no lo cuenta.

Tuvo que conseguirle un vestido similar y no salió nada barato el vestido. Helena era fuerte y no lo negaría, hasta mas que él.

Comparándose con ella, había una gran diferencia entre ellos. Helena peleaba para matar y sobrevivir, Damian peleaba para salvar y proteger, y eso provocaba una diferencia muy grande.

De tal magnitud que Helena podría intentar matarlo y el la dejaría.

Él nunca pelearía a muerte, con su única hermana.

No otra vez.

Si Helena se quedaba, tendría que dejar todo eso. A diferencia suya, le costó unos poco años aprender a controlarse, pero Bruce lo acogió desde muy pequeño y cambio su punto de vista hacia el mundo que lo rodea.

En cambio Helena siguió ese camino hasta su edad actual. Ella jamás dejarían lo que le enseñaron. Ella, es libre y el nunca cortaria sus alas.

- Ese vestido me lo habia regalado mi hermano – exclamó con furia retenida – fue lo ultimo que me dio, ya que al dia siguiente lo mataron. No es un vestido que se puede remplazar, no es un vestido de temporada. Era un vestido muy especial, que fue mandado a hacer a mi medida en Arabia Saudita, con la mas fina y delicada tela, hace 2 años y he tenido que mantener mi figura para poder seguir usándolo. Y tú – lo miro con ganas de matarlo, pero al estar en casa de Bruce sabia que no seria posible. – y tú lo acabas de destruir con tu maldita “tinta magica”, debería matarte – escupió con odio. – era el único recuerdo que me quedaba de mi hermano

Atrás de Bruce Damian sintió un pinchazo en el pecho pero decidió desentenderse de aquella sensación.

- Helena, como lo siento, de verdad lo lamento y no fue mi intención – rogaba Dick quien seguía de rodillas en el piso. – tratare de arreglarlo

La hermana de DamianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora