Licorice y Bat-cat empezaron a caminar. Aunque Licorice no lo decía, él estaba tremendamente agradecido por lo que Bat-cat había hecho por él. Sino fuese por su rápida intervención, él sabía que hubiera acabado hecho papilla. Al cabo de unos minutos, Licorice y Bat-cat llegaron a la pescadería.
-No parece que vayamos a tener ninguna pelea ni problema en este lugar, parece bastante pacífico.- Dijo Licorice.
La pescadería estaba limpia, seca y no había galletas pegándose como en los otros lugares. Bat-cat y el protagonista siguieron caminando hasta el puesto para coger el número. Apretaron el botón y salió el número 84.
-¡84! ¡FALTAN SIGLOS PARA ESO!- Gritó Licorice.
Las galletas de alrededor le miraron asustadas. Licorice tenía razón, todavía iban por el número 27, así que les iba a tocar un buen tiempo de espera. Detrás de él, una galleta estaba cogiendo número.
-Bueno, al menos hay alguien detrás de mi.- Pensó Licorice.
Entonces, notó como la galleta que estaba detrás de él le empujo.
-¿¡Pero bueno, de que vas!?- Preguntó Licorice.
Licorice se giró y no daba crédito a sus ojos. ¡La galleta se había quedado dormida de pie y aquella galleta... era Espresso!
-Espresso.- Susurró Licorice a la vez que le tocaba suavemente el hombro.
Al instante Espresso se incorporó.
-¡Qué pasa!- Exclamó Espresso.
-Te habías quedado dormido.
-Ah bueno, gracias por despertarme.- Respondió Espresso.
-Yo pensaba que estarías en la sección del café o así, como te gusta tanto...
-Ya, pero hoy me toca hacer la compra, así que también necesito comprar más cosas.-
-Entiendo...- Respondió Licorice.
Entonces, los dos permanecieron en silencio unos minutos hasta que Licorice rompió el hielo preguntando:
-¿Oye, porque no nos aliamos y de esa manera podemos conseguir toda la comida que queramos más rápido?-
-Me parece una buena idea- Comentó Espresso.
-He tenido una idea para no tener que esperar casi.- Dijo Licorice.
-Cuenta, cuenta.-
-Podemos pelearnos con alguien para que nos dé su número.-
-Pero... eso es un poco cruel. Aunque si salimos antes me da igual.- Respondió Espresso.
-¡Pues hagámoslo!- Exclamó Licorice lleno de entusiasmo.
El marcador cambió al número 31. Licorice y Espresso empezaron a buscar a la galleta con el número siguiente. Entre los dos la divisaron, era una galleta emo de pelo rubio y ojos marrones.
-Oye tú, danos tu número.- Dijo Licorice.
-¿Por qué debería dároslo?- Respondió en tono burlón.
-Porque sino lo vas a lamentar.- Respondió Espresso.
-Tú te callas gafitas, la verdad es que pegáis mucho, un gafitas sabelotodo con un pobretón que lleva ropa de mercadillo.- Dijó el emo.
Espresso se abalanzó sobre el emo y le dio un puñetazo en la cara, esto le quito las ganas de reírse al desconocido.
-Tomad.- Dijo de mala manera.
-¡Bien hecho!- Exclamó Licorice.
En ese preciso instante, el marcador cambió y ambos pidieron lo que querían.
-¿Adonde tienes que ir ahora?- Preguntó Espresso.
-A la zona de los cereales y cosas así.-
-Pues vamos- Dijo Espresso.
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Licorice Cookie va al Mercadona
ФанфикEn esta historia nuestro protagonista Licorice va al Mercadona para góticos y emos; también llamados enos. Allí vivirá una gran aventura y colaborará con gente para conseguir salir vivo. Aviso: No hay amor, solo compañerismo :)