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El fin de semana pasó muy rápido, salimos a pasear con los chicos a varios lugares el sábado.

En cambio, el domingo, me quedé en mi casa a mirar televisión con mi madre.

Fue algo muy sencillo pero me sentí bien.

Llegué a la universidad el lunes esperando que sea un buen día, pero no.

Al parecer el rumor de que yo convertí a Kazutora en homosexual se había expandido y todo el mundo lo creía, razón por la que algunos me miraban divertidos y otros con una mueca de asco mientras caminaba por los pasillos.

- ¿Escuchaste lo que dicen de ti y de Kazutora? - Preguntó Mitsuya mirando hacia todos lados, asentí incómodo. - Son unos idiotas, todos.

Asentí dándole la razón y me despedí para entrar a mi clase.

Draken apareció enfadado y se sentó a mi lado cruzándose de brazos, lo miré confundido.

- ¿Qué sucede? - Pregunté y me miró con su ceño fruncido.

- Esta estúpida sociedad es lo que sucede. - Respondió. - Estaba viniendo para aquí, y escuché a unos idiotas decir que Kazutora era muy heterosexual como para que venga alguien como tú y lo convierta en gay y que no entendían cómo lo hiciste.

Abrí la boca sorprendido y lo miré horrorizado.

¿Cómo puede alguien siquiera pensar semejante estupidez?

- Lo golpee, mucho. - Comentó Draken con enfado, negué.

- No le des importancia a esas cosas, Draken. Son solo personas que no tienen nada interesante que hacer.

- ¡Pero aún así es molesto! - Exclamó, asentí y él suspiró. - Es injusto que siempre te sucedan esas cosas a ti, Chifuyu. No te las mereces.

- Gracias, pero el universo no parece estar de acuerdo. - Bromee y Draken bufó. - Oye, enserio, estoy bien, Draken.

Asintió, pero sabía que no me había creído.

Porque no, no estaba bien.

Caminé hacia la cafetería en busca de los chicos y suspiré cuando los vi, todos parecían conversar tranquilamente, hasta que estaba a punto de llegar hacia ellos y un par de chicas se acercaron a Kazutora.

- Senpai, ¿es verdad lo que dicen? - Preguntó una de ellas, Kazutora las miró con su ceño fruncido.

- ¿Qué dicen?

- Dicen que Chifuyu te convirtió en homosexual, Senpai.

- ¿Enserio eres gay? ¿Acaso no te gustó salir con nosotras? - Preguntó la otra.

Las miré con una ceja alzada.

Kazutora frunció más el ceño.

- Pero, Senpai. ¿Por qué Chifuyu? ¿No crees que nosotras somos mucho más lindas y divertidas que él?

No las golpeo porque son mujeres.

Respira tranquilo, Chifuyu. Respira.

Kazutora me vio, se levantó y se acercó a mi.

Por un momento creí que iba a gritarme, a decirme que no somos nada y que él es heterosexual.

Pero no lo hizo, en cambio, se acercó a mi y me besó.

Enfrente de todos, de los chicos, de las dos huecas y de toda la universidad.

Y yo se lo correspondí tímidamente.

Se separó de mi con una sonrisa en sus labios, me agarró de la muñeca para luego salir de la cafetería juntos.

- ¿A dónde me llevas, Kazutora? Tenemos clases. - Hablé cuando salíamos de la universidad.

- No hay problema con que faltes un día, además Draken puede pasarte sus apuntes.

Me llevó hasta la plaza que estaba a unas cuadras de ahí, donde había visto a Baji y cuando nos sentamos bajo un árbol fue ahí donde soltó mi muñeca.

- Perdón por... haberte besado frente a todos, no lo pensé, fue un impulso y... - Lo interrumpí.

- Está bien, a mi no me molestó. - Confesé y bajé mi mirada. - ¿Tú te arrepientes?

- ¿Qué? ¡No, claro que no! - Exclamó rápidamente y sonreí.

Suspiró y apoyó su cabeza contra el árbol.

- No puedo creer que la gente piense que me convertiste en homosexual.

- ¿Sabes? Una parte de mi se siente halagado. - Bromee haciéndolo reír.

- Bueno, deberías sentirte halagado de que te haya besado frente a todos. - Comentó arrogante, rodee los ojos.

- Oh, lo siento, Hanemiya Arrogante Kazutora.

Dejó soltar una fuerte risa haciendo que yo ría junto con él.

- Chifuyu... - Lo miré. - ¿Lo que dijo Mikey el viernes es verdad?

- ¿A qué te refieres?

- Mikey dijo que cuando salías con Baji no podían separar sus cuerpos del otro... ¿es verdad eso?

Me removí incómodo en el césped.

- Bueno... sí, es verdad. - Respondí. - Pero eso fue hace mucho, nosotros... - Me interrumpió.

- No te pregunté por eso, Chifuyu. - Dijo y lo miré esperando que continuara hablando. Suspiró. - Yo... no puedo hacer eso.

- ¿Hacer qué? - Pregunté.

- Ya sabes... tener mucho contacto físico frente a los demás. Sé que cuando salía con chicas lo hacía, pero ahora que estoy interesada en un chico y el miedo del qué dirán aparece yo... - Volvió a suspirar.

Reí suave.

- kazutora, no tienes que hacer eso. - Contesté. - Estoy comenzando a creer que salía con Baji solamente por mis hormonas alborotadas. - Reí más fuerte. - Pero tú no me gustas solo por eso, no tenemos que ser ese tipo de parejas.

Alzó una ceja.

- ¿Pareja? Yo no dije nada de pareja.

Abrí mis ojos asustado y sentí la sangre llegar a mis mejillas.

- Yo... creí que... tú... ay, olvídalo.

Cubrí mi rostro con las manos, avergonzado. Escuché la risa de Kazutora y quité mis manos para mirarlo.

- Estoy bromeando, Yuyu. Sí me gustaría que seamos pareja, pero tienes que esperar a que yo te lo proponga.

Bueno, definitivamente debo de ser un tomate ahora mismo.

Kazutora rió más fuerte y se acercó a mi para dejar un casto beso en mis labios.

Sonreí.

Perdí la noción del tiempo estando en la plaza junto a Kazutora que no me di cuenta que las clases habían terminado hacía una hora y los chicos nos habían estado buscando por todos lados.

- ¿Y por qué no nos llamaron? - Le pregunté a Takemichi, él miró a Mikey.

- Me dijiste que los llamaste tres veces.

Mikey se rascó la nuca y yo negué con mi cabeza divertido.

- Como sea, Draken nos invitó a cenar esta noche en su apartamento.

- No quiero ir, la última vez fue muy incómodo que siete personas estén ahí dentro. - Se quejó Kazutora y reí asintiendo.

- Bueno, una lástima porque seremos nueve. - Comentó Takemichi. - Baji y su pareja también van a ir.

Kazutora bufó.

- ¿Acaso no tienen otros amigos a los que molestar?

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𝐺𝑎𝑦 [𝐾𝑎𝑧𝑢𝐹𝑢𝑦𝑢]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora