𝐺𝑎𝑦 [𝐾𝑎𝑧𝑢𝐹𝑢𝑦𝑢]

30

Luego de aquella cena en la que Draken y Mitsuya oficializaron su relación, Kazutora ha estado más apegado a mi.

Lentamente, cada día que pasaba intentaba superar su miedo a la opinión de los demás y hacía cosas que me sorprendían.

Por ejemplo, un día fuimos a tomar helado y comenzamos a caminar por un parque lleno de gente... Y él tomó mi mano.

Entrelazó nuestros dedos mientras yo lo miraba nervioso.

- kazutora... ¿estás seguro? - Pregunté dudoso ante sus acciones, él apretó mi mano y asintió con una sonrisa.

- ¿Por qué? ¿Quieres que te suelte? - Fue su pregunta a la que yo negué rápidamente haciéndolo reír.

Después de eso y de varias citas más, Kazutora ya no tenía tanto miedo de besarme frente a los chicos, o de pasar su brazo por mis hombros frente a desconocidos.

Yo me encontraba tan feliz junto con Kazutora que creía que nada podía ser mejor.

Sentía que había alcanzado la felicidad.

Porque, vamos, tenía a Kazutora, tenía a mis increíbles amigos y una madre increíble que intentaba salir adelante.

No me faltaba nada.

Por cierto, hablando de mis increíbles amigos, Baji también oficializó su relación con _____ , solo que ellos lo hicieron en privado, en un restaurante lujoso según contaba éste.

Mikey y Takemichi son los que no han progresado nada últimamente, aunque eso creía yo, ya que Smiley me contó un día que fue a la casa de Mikey y pudo ver desde la ventana como nuestro amigo besaba apasionadamente a Takemichi.

Era increíble como, después de todo, nos encontrábamos bien.

Parece como si todo el caos y los problemas se hayan alejado de nosotros y los buenos momentos se hicieran presentes. Y me encantaba que fuera así.

Estaba viviendo la mejor etapa de toda mi vida, y de repente me dieron ganas de ser joven para siempre.

Ahora nos encontrábamos en el mismo lugar al que fuimos a jugar bolos hace unas cuantas semanas atrás.

Volvimos a jugar con los mismos equipos donde esta vez no íbamos perdiendo por tanta diferencia... Pero seguíamos perdiendo, y otra vez por mi culpa.

- Sigues siendo malo en esto, Yuyu. - Me susurró Kazutora detrás de mi mientras pasaba sus brazos alrededor de mi cintura en un abrazo, y colocaba su mentón en mi hombro derecho.

Hice un puchero cuando Takemichi derribó todos los pinos y comenzó a hacer un baile muy raro del cual solo Mikey miraba orgulloso.

- Sabes... he estado pensando mucho... - Comenzó a hablar Kazutora en mi oído mientras lo escuchaba atentamente. - Es increíble como mi vida cambió cuando te conocí, y siento que no tengo maneras de agradecerte por todo lo que me has ayudado. No sé cómo ni gracias a quién llegaste a mi vida, pero no puedo ser más feliz de que haya sucedido. - Pausó y mis nervios se hicieron presentes cuando me dio vuelta haciendo que quede frente de él mientras sus manos seguían en mi cintura. - Gracias a ti dejé de tener miedo a muchas cosas, fue como si me hubieras hecho salir de mi zona de confort y después de mucho tiempo esté viviendo la vida... mi vida. - Recalcó. - Y me gusta tanto el hecho de que tú estés en ella, porque estoy completamente enamorado de ti y, maldición Chifuyu. Antes tenía miedo de aceptar mi sexualidad y ahora llegué a un punto en el que quiero que todo el mundo se entere de lo loco que estoy por ti. Decirte que te quiero sería mentirte, porque no lo hago, yo te amo Yuyu. - Bajó la mirada un par de segundos en el que mordió su labio y volvió a mirarme. - Dios, nunca estuve tan avergonzado en mi vida. Logras hacer que me avergüence, eres increíble Matsuno Chifuyu. - Dijo con una sonrisa haciendo que yo también sonría. - Ahora estoy entendiendo cómo se sintió Draken en esta situación y me arrepiento de haberme burlado de él. - Reí. - Pero, bien, el punto, sí, yo... ¡Maldición! - Reí más fuerte al notar lo nervioso que se encontraba. - Matsuno Chifuyu, ¿te gustaría ser la pareja de este loco enamorado?

Mordí mi labio intentando reprimir las ganas inmensas que tenía de comenzar a chillar y saltar de la emoción por todas las palabras de Kazutora hacia mi.

- Me encantaría. - Confesé y lo besé.

Lo besé lentamente, deseando congelar este momento para siempre pero cuando deshicimos el beso me di cuenta que desear eso era estúpido, porque yo quería vivir más momentos con Kazutora y sabía que ahora podía hacerlo.

Sonreí logrando que mis ojos se vuelvan dos líneas negras y voltee mi cabeza para ver a los chicos, que nos miraban enternecidos.

Y, al igual que sucedió con Draken y Mitsuya, Takemichi se puso a llorar.

- ¡Qué hermoso! - Exclamó cubriendo su rostro con sus manos.

Smiley miró a Mikey.

- ¿Todavía no captas la indirecta? - Preguntó y todos reímos.

- Creo que tuve una especie de deja vú. - Me susurró Kazutora y lo miré manteniendo mi sonrisa, suspiró mientras me miraba. - Eres tan hermoso, Yuyu.

Reí.

- Tú lo eres mucho más, Hanemiya Kazutora.

- Te amo. - Dijo sincero, mirándome a los ojos seriamente, como si con esas dos palabras estuviera expresando muchas cosas. Y yo sentí que podía entenderlas.

- Y yo te amo a ti, Kazutora. - Confesé devolviéndole la mirada, queriendo que comprenda lo enamorado que estaba y lo importante que él era en mi vida, queriendo que pueda expresar mis sentimientos sin tener que hablar.

Y al parecer lo hice, porque Kazutora sonrió y me besó dulcemente.

Sé que todavía soy muy joven, y que me queda toda una vida por vivir, ni siquiera terminé la universidad y mi relación con Kazutora recién empezaba, pero sentía que a partir de ahora todo iba a salir bien, sentía que a pesar de que en algún momento aparezca algún problema, nada podría arruinar mi felicidad.

Porque yo soy feliz mientras Kazutora esté a mi lado, mientras él me ame y sonría como siempre lo hace.

Yo soy feliz mientras mis amigos nos acompañen en nuestras ridiculeces, y se burlen de nosotros cada vez que nos ponemos cariñosos.

Yo soy feliz mientras mi madre me demuestre su afecto hacia mi, y me apoye sin importar qué.

Yo soy feliz mientras las personas que amo estén a mi lado, mientras la vida me sonría y yo le sonría a ella.

Soy feliz, y lucharé por seguir siéndolo.