L0SERS

Estas de vuelta...

Ya fuera del establecimiento, Abril empieza a llamar a sus contactos para hacerme un cupo en alguna peluquería de aquí cerca. Malditamente lo consigue.

–¡Soy genial! –se dice a sí misma, mientras me observa, podría incluso decir que más fijo que el gordo de la esquina, y eso ya es demasiado...

–¿Genial por qué? Me siento igual.

–¿Podrías confiar un poco más en mí? –Claro Alex, confía más en la modelo que jamás en la vida te miró, pero que de un momento a otro empieza a fijarse en ti para un cambio radical... Claro, todo ahora tiene sentido.

–Lo siento Abril, pero la verdad es que...

–Que estás increíble, ahora ve a tu casa, y ni se te ocurra tomar algún autobús o taxi, anda directamente caminando. Así notarás el cambio –me dice dándome la vuelta... ¿Ahora yo era la modelo?

Mientras Abril sigue dándome vueltas, me pregunto qué dirán mis amigos, viéndome así... Obviamente tienen otro pensamiento que Abril. Me siento ridículo, y ya no quiero volver a verme al espejo. Me despido de mi nueva... conocida, y me dirijo al departamento caminando.

Lo bueno es que, como me dijo Abril, al caminar, además haré ejercicio, y si, hoy era el día... El día perfecto para empezar un plan de dieta mejor. Está bien, admito que estar mucho con esa modelo cambia un poco, ¡estoy hasta pensando como chica! ¡Mi hombría está en juego! bueno, igual que todos los días.

Camino y camino por las calles de la ciudad, y a la vuelta de mi casa me detengo... En verdad no me he encontrado con ninguna chica, ¡justo hoy! pero claro, están todas las malditas mañanas para burlarse de mí, pero no para presenciar mi nuevo estilo. Y en cambio de todo eso, me encuentro con ese personaje de los 200 kilos por cada pierna.

¿Lo hago o no lo hago? Poco a poco siento esto como un reto... Pasar frente al gordo y soportar su mirada lasciva cada vez que alguno de los Losers pasamos por ahí, es todo un desafío. "En serio debo conseguirle una novia/o" pienso mientras camino a su encuentro. "Vamos Alex, tu puedes, es solo el gordo" escucho la voz de Drew en mi mente, y eso parece darme las fuerzas suficiente como para... ¡correr como un maldito cobarde!

-¡Por Aslan!- grito mientras corro por mi vida. Pero qué rayos, ver anoche las Crónicas de Narnia me hizo mal... -¡Por Drew!- corrijo, por si alguien me está escuchando. Bueno, aunque si alguien me escucha va a pensar que soy gay. Y aquí es cuando el león parece la mejor opción para gritar, pero ya está hecho, y no puedo cambiar las palabras. Además que ya voy corriendo bien cerca del gordo.

–Chico detente –escucho unas palabras cerca de mí cuando voy cerca del gordo de la esquina. "Que no sea él, por favor, que no sea él" me digo internamente mientras me doy media vuelta y veo directamente al susodicho a los ojos. –En este mundo, presenciamos cambios inevitables, irrevocables, y necesarios, pero debemos estar preparados para enfrentarlos. –me dice en estado zen, da media vuelta y desaparece.

Pero...

¿Qué rayos fue lo que acaba de pasar? ¿Un gordito filosófico? ¿Y por qué me dijo justamente eso a mí? ¡Quién rayos ese gordo!

Llego al departamento completamente en shock, ese gordo viene con sorpresas...

–¿Qué rayos te hicieron? –me pregunta Drew apenas cruzo la puerta, mientras que Malcom sólo está ahí parado, mirándome... Esto en verdad es raro, hasta se parecen a mis padres cuando tenía 17 años y llegaba a las 6pm a la casa, y me retaban por retrasarme del colegio –Claro, te dejamos ir con una sexy modelo, y ya llegas como todo un Justin Bieber.

–¿Estás loco, o qué? ¡Somos Losers! ¿Qué te hace pensar que puedes ir por ahí y llegar como un maldito sujeto sexy? ¡Y por una chica!... Ni por Jessica cambiaste, amigo.